Mostrando entradas con la etiqueta CELIBATO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta CELIBATO. Mostrar todas las entradas

domingo, 18 de diciembre de 2011

Denuncian hasta 20.000 casos de pedofilia en la Iglesia Católica de Holanda

Denuncian “miles de casos” de pedofilia en la iglesia de Holanda involucrando a 800 curas católicos que abusaron de niños desde 1945 a 2010.



Son “decenas de miles” los niños que sufrieron abusos sexuales desde 1945 en instituciones católicas holandesas. En un demoledor informe presentado ayer, una comisión independiente dirigida por Wim Deetmanun democristiano que fue ministro de Culturadeja negro sobre blanco una historia nauseabunda que muestra cómo durante décadas cientos de párrocos abusaron de niños y niñas.

Además, el informe apunta alto y señala con el dedo a la jerarquía de la Iglesia católica holandesa. Deetman dijo ayer que sus investigaciones muestran “el silencio de la Conferencia Episcopal y las congregaciones religiosas y el abandono de las víctimas” y que “la jerarquía tenía desde 1945 conocimiento del problema de los abusos a menores, lo sabían”.

Se sospecha que el número de víctimas que pasaron parte de su infancia en instituciones de la iglesia está entre 10.000 y 20.000, de acuerdo con un resumen del reporte, que investiga acusaciones que datan del fin de la Segunda Guerra. El trabajo añade que la Iglesia Católica encubrió a curas pederastas para protegerse del escándalo y que es culpable de ejercer “una supervisión inadecuada”. La propia Iglesia católica holandesa apoyó la creación de esta comisión de investigación después de que empezaran a aparecer denuncias en la prensa y en otros países.

En escuelas católicas, orfanatos y seminarios, desde 1945 ha habido todo tipo de abusos, incluyendo violaciones a niños de pocos años. Se habla de un millar de casos. Tras el fin de la Segunda Guerra, la Iglesia holandesa tomó a su cargo cientos de instituciones y desde esa fecha hasta 2010 –ahí acaba la investigación– “varias decenas de miles de menores fueron sometidos a formas leves, graves y muy graves de comportamiento sexual inapropiado en la Iglesia”.

Deetman aseguró que también hubo abusos en organismos no dirigidos por la Iglesia, pero que en los institutos religiosos la posibilidad de sufrirlos era el doble. Su constatación es tremenda: “Los abusos sexuales a menores son algo extendido en la sociedad holandesa ” y en las instituciones controladas por la Iglesia católica “hubo varios miles” de violaciones a menores de edad.

La comisión de investigación recibió 1.795 denuncias y realizó 34.000 entrevistas que le sirvieron para identificar a cientos de párrocos. Los datos del informe, de casi 1.200 páginas, muestran una sociedad que tendrá que hacerse muchas preguntas.

Casi el 10% de los holandeses que hoy tienen más de 40 años sufrió abusos sexuales antes de los 18 años. Deetman dijo que “la cifra nos ha dejado atónicos. ¿Cómo ha podido suceder algo así?”.

Lo revelado ayer en Holanda sobrepasa, por la gravedad de los casos y sobre todo por su extensión, a los escándalos por abusos sexuales a menores conocidos en otros países, como Irlanda, Estados Unidos, Alemania, Austria, Canadá o Bélgica.

El informe apunta al celibato cuando dice que, aunque no fue “un factor crucial”, sí suponía “un riesgo” para los implicados. “Hay casos de manifiesta necesidad sexual”, afirma el trabajo.

Holanda nunca ha sentado ante un tribunal de justicia a estos “cientos de párrocos” abusadores. El informe se basa en denuncias pero también en el análisis de los archivos de los obispados, congregaciones y órdenes religiosas. Los obispos holandeses reaccionaron ayer. En un comunicado de prensa aseguraron sentir “vergüenza y pena”. Presentaron sus “sinceras excusas” a las víctimas y dijeron que están “sorprendidos por los abusos sexuales a menores y las prácticas descritas en el informe”. También se comprometieron a ayudar a la justicia. El informe identifica a 800 abusadores, aunque apenas habría 105 vivos. La Iglesia ya anunció que habrá indemnizaciones que serán de entre 5.000 euros hasta 100.000 para los casos más graves.





Fuente: Denuncian “miles de casos” de pedofilia en la iglesia de Holanda / Clarin.com
Autor: Idafe Martin / Bruselas
Fotografía: Wim Deetman presenta el informe sobre abusos del clero en Holanda. / Phil Nijhuis (EFE)

Enlaces relacionados:

• Hasta 20.000 menores sufrieron abusos en la Iglesia holandesa desde 1945 / ElPais.com
• Escándalo en Holanda / Pagina12.com
• La Iglesia holandesa abusó de decenas de miles de menores / Publico.es
• Escándalo mundial. De 10 a 20.000 casos de pedofilia en la Iglesia católica de Holanda / ProtestanteDigital.com
• Holanda: miles de menores abusados sexualmente en la Iglesia católica / ObservadorGlobal.com
• Holanda y el genocidio sexual contra los niños / ElHeraldo.co






+ Leer más...

lunes, 31 de enero de 2011

Benedicto XVI firmó en 1970 un documento que cuestionaba el celibato

El texto fue avalado por otros ocho teólogos y enviado a los obispos alemanes
Joseph Ratzinger, el actual Papa Benedicto XVI, firmó un documento con fecha de 9 de febrero de 1970 en el que se cuestionaba la obligación del celibato al mismo tiempo que se advertía de "la desobediencia masiva de grupos de curas". El texto fue firmado por otros ocho teólogos, algunos pensadores de fama mundial como Karl Rahner, Otto Semmelroth, Karl Lehmann y Walter Kasper.

"Nuestras consultas y estudios coinciden en la necesidad de un tratamiento distinto de la ley que establece el celibato (...) tanto por la Iglesia alemana como para la Iglesia mundial", escribieron los teólogos en una carta a la Conferencia Episcopal alemana, para la que actuaron como consultores en cuestiones de fe y moral.

El contenido del documento se publica hoy en una información del diario alemán Süddeutsche Zeitung, titulada Las dudas del joven Ratzinger.

En el texto, los teólogos repiten muchas veces que, con su análisis, no quieren influir en ninguna decisión. Pero el hecho de que se animaran a escribir un documento de este tipo demuestra que por lo menos ellos mismos dudaban de la obligación del celibato.

El documento, que no se había publicado hasta ahora, debió haberlo entregado un colaborador de Rahner a un clérigo de confianza que pertenecía al grupo católico crítico con la Iglesia de la ciudad de Regensburg, Aktionskreis Regensburg (AKR). Permaneció cuidadosamente archivado durante 41 años y aparece ahora publicado por el AKR en su revista Pipeline. *


Las dudas del joven Ratzingen

El Papa Benedicto XVI cuestionó la regla del celibato cuando era catedrático de Teología en Alemania, en una carta abierta que firmó junto a otros ocho teólogos el 9 de febrero de 1970, publicó la revista Pipeline y el periódico Süddeutsche Zeitung.

Joseph Ratzinger, que en ese entonces tenía 42 años, ya había advertido de “la desobediencia masiva de grupos de curas”, además de reconocer que si el tema “no es discutido al más alto nivel acabará apareciendo en el más bajo”.

“Nuestras reflexiones apuntan a la necesidad de una urgente revisión y un tratamiento diferente de la regla del celibato para la Iglesia alemana y para la Iglesia universal”, reivindicó.

La misiva fue firmada por el actual Papa junto a personalidades como Karl Lehman, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, y el cardenal Walter Kasper.

El documento fue publicado por la revista Pipeline de la Aktionskreis Regensburg (AKR) y por el periódico Süddeutsche Zeitung, el principal de centro-izquierda en Alemania, que este viernes titulo el artículo como “Las dudas del joven Ratzinger”.

Un borrador del documento que en 1970 se envió a la Conferencia Episcopal Alemana quedó en el archivo del teólogo Karl Rahner, quien también firmó el documento. Uno de sus antiguos colaboradores lo entregó a la AKR, un grupo católico crítico con la Iglesia.

Los teólogos que firmaron el documento también mostraron su preocupación porque la regla del celibato no sólo provocaba una escasez de candidatos, sino también una disminución del talento entre la curia.

Además, los firmantes reconocieron la dificultad de vivir el celibato en el mundo actual: “la continencia sexual resulta cada vez más difícil en un mundo lleno de estímulos eróticos”.

También en ese entonces Ratzinger alertó que el celibato no es un dogma y que la Iglesia tendrá que modificarlo cuando no sea posible reclutar suficientes sacerdotes jóvenes.

Los firmantes también anticiparon “la pérdida de autoridad de los Obispos”, el “menor reconocimiento a los sacerdotes” en la sociedad.

Los recientes escándalos por abusos sexuales en la Iglesia hicieron que el celibato fuera cuestionado dentro y fuera de la comunidad católica y el debate fue especialmente seguido en Alemania.

El celibato es una norma eclesiástica y como tal puede ser revisada o anulada. Dicha norma fue impuesta en el año 503 por el Concilio de Elvira, y quedó ratificado en el siglo XII por el Concilio de Letrán y en el siglo XVI por el de Trento.

Para otras Iglesias cristianas como la ortodoxa o la evangélica, el celibato es opcional.




* Fuente: ElPais.com / El Papa firmó en 1970 un documento que cuestionaba el celibato
Autor: Laura Luccini / Berlín
**Fuente: Veracruzanos.info - Notimex / Benedicto XVI cuestionó la regla del celibato cuando era teólogo en Alemania
Fotografía: Joseph Ratzinger en la década de 1970 / AP


+ Leer más...

miércoles, 14 de abril de 2010

Ratzinger, en la hoguera. Por Juan G. Bedoya

El papa Benedicto XVI cumple cinco años en el cargo acorralado por los escándalos de pederastia y con acusaciones de inmovilismo y retroceso frente al Concilio Vaticano II. Roma ha cancelado el ecumenismo, con ofensas a judíos, musulmanes, protestantes o anglicanosLos cardenales eligieron Papa en 2005 a un intelectual de postín y esperaban que rindiese como un gran ejecutivo. No ha resultado. A punto de cumplirse los cinco años de mandato como sumo pontífice el próximo día 19, Benedicto XVI, de civil Joseph Alois Ratzinger, es un anciano de 83 años atado a su pasado de teólogo e inquisidor de doctrinas. ¿Qué ha hecho en este lustro? ¿Qué se propone? Sus admiradores cuentan que es un gran trabajador y que ahora mismo está empeñado en culminar antes del verano su ingente biografía de Jesús de Nazaret, cuyo primer tomo fue un éxito de ventas hace dos años. Los detractores lo acusan de atacar a las reformas del Concilio Vaticano II y de despreocupación o impotencia ante los problemas que afronta el catolicismo.

Ratzinger "es criticado por no hacer nada... y por hacer demasiado", opina su biógrafo, el periodista católico italiano Vittorio Messori. Como él, la jerarquía de la Iglesia vela armas para enfrentarse al examen del primer lustro de este pontificado. Lo hace a la defensiva. La efemérides no ha podido llegar en peor momento, con una riada de noticias sobre curas -y hasta obispos- pederastas actuando con impunidad durante décadas ante la pasividad o el silencio cómplice del Vaticano.

Benedicto XVI está en medio de ese quemadero. También ha patinado en otros campos de la gestión. Ha provocado agrias polémicas con musulmanes, judíos o anglicanos; escandalizó cuando quiso acabar con el cisma del ultraconservador arzobispo Marcel Lefebvre, y se enfrentó a la comunidad científica condenando en África el uso del preservativo como método de combate del sida. También sigue enfrentado a la ciencia, negando toda la investigación con células madre.

Ratzinger sabía a lo que se enfrentaba cuando se postuló hace cinco años como sucesor del polaco Juan Pablo II, de civil Karol Wojtyla. Su discurso electoral fue clamoroso, aquel 24 de marzo de 2005, con Juan Pablo II ya moribundo, a punto de superar los 27 años en el cargo. Era el Viernes Santo de ese año y Ratzinger sustituía al enfermo pontífice en el tradicional Via Crucis ante el imponente Coliseo romano. No era una casualidad. En cada rezo de las estaciones del fundador cristiano hacia el monte Calvario, el hoy Papa aprovechó para intercalar comentarios de programa de gobierno. Fue en la novena estación -tercera caída de Jesús bajo el peso de la cruz- cuando clamó: "¡Cuánta suciedad en la Iglesia y entre los que, por su sacerdocio, deberían estar entregados al Redentor! ¡Cuánta soberbia! La traición de los discípulos es el mayor dolor de Jesús. No nos queda más que gritarle: Kyrie, eleison. Señor, sálvanos".

Era un discurso alarmante, elaborado para encoger el corazón de la mayoría de los cardenales, acostumbrados muchos de ellos a una vida regalada en el mejor de los mundos, sobre todo durante sus frecuentes estancias en Roma. Dos semanas más tarde, reunidos en cónclave, los 114 purpurados -con el pomposo título de Príncipes de la Iglesia, aunque cardenal viene de cardo, en italiano bisagra o punto de apoyo- no se demoraron en decidir qué Papa querrían. Era el alemán Ratzinger y se llamaría Benedicto XVI.

La elección causó no poca sorpresa. Hoy se sabe que se inclinaron por Ratzinger por considerarlo el único capaz -por conocimiento y por autoridad- de arreglar los problemas acumulados durante el interminable ocaso del polaco Wojtyla, del que el teólogo alemán había sido sumo ideólogo. La información es poder, y nadie sabía tanto sobre las crisis -y los pecados- del cristianismo romano como el presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el ex Santo Oficio de la Inquisición que Ratzinger había dirigido desde 1981 con mano de hierro. En el momento de su elección tenía 78 años, tres años más de la edad de jubilación de los obispos. Su salud era quebradiza. Hoy, en el balance de gestión, cinco años más tarde, se olvidan esas circunstancias personales.

Ratzinger ha sido siempre un hombre de ideas fijas, pese a su propia opinión. "A mí ya me han diseccionado varias veces: el profesor de la primera etapa y el de la etapa intermedia, el primer cardenal y el de después. Ahora se añade otro segmento más. Como es natural, las circunstancias, las situaciones y las personas influyen, porque asumen distintas responsabilidades. Digamos que mi personalidad y mi visión fundamental han madurado, pero todo lo que es esencial ha permanecido idéntico", dijo de sí mismo en 2006 cuando su biógrafo le hizo notar una supuesta diferencia entre el panzer kardinal (tanque de combate) que dirigía la Congregación para la Doctrina de la Fe y el tímido Benedicto XVI al timón de la nave del apóstol Pedro.

Alguna prensa alemana había recibido la elección de Ratzinger con el título equívoco de panzer kardinal. Era una alusión a su intransigencia por la inmisericorde condena de 130 teólogos y religiosos cuando fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Tampoco olvidaron en Alemania que el nuevo pontífice, además de teólogo y profesor universitario, militó en las Juventudes Hitlerianas y que fue soldado de la Wehrmacht al final de II Guerra Mundial.

Al margen de tan tormentoso -y brillante- pasado, Benedicto XVI no ocultó nunca que le aguardaba una tarea inmensa si quería acabar con la "suciedad" y la "soberbia" que anidaba en su Iglesia cuando se propuso como candidato papal. Lo intuyó a las 18.04 del 19 de abril de 2005, nada más anunciarse su elección, y lo dijo en su primera bendición urbi et orbi ("a la ciudad de Roma y al mundo").

Tampoco pudo ignorar que iba a estar solo en la tarea, salvo que realizase radicales cambios en la Curia (gobierno) del Vaticano. Pero no lo hizo. Es un primer retroceso, principio de todos los demás. En la llamada eufemísticamente Ciudad Santa, el poder sigue en manos de los de siempre, con algunos cambios por razones de edad. Es el caso del astuto cardenal Angelo Sodano, número dos de Juan Pablo II y uno de los protectores del fundador de los Legionarios de Cristo y notorio pederasta, el sacerdote mexicano Marcial Maciel. Ha sido sustituido por otro italiano, Tarcisio Bertone, igual de inmovilista, también amigo de lavar en casa la ropa sucia. Tampoco el cambio en la portavocía eclesiástica -el periodista español Joaquín Navarro Vals, miembro del Opus Dei, antes; el jesuita Federico Lombardi, ahora- ha ganado para el pontífice una solidaridad especial. En el Vaticano siguen mandando los ancianos aupados por Wojtyla, en su mayoría "prelados paternalistas desesperadamente aferrados al sillón y que bloquean desde hace años el funcionamiento de la Santa Sede con mediocres disputas internas y personalismos enredadores". Son palabras del canonista y editorialista-analista del diario italiano La Stampa, Filippo di Giacomo.

¿Por qué, en un cónclave formado -salvo una excepción- por cardenales nombrados por Juan Pablo II, los 114 electores escogieron al único que llevaba aún la púrpura concedida por Pablo VI, un Papa del Concilio Vaticano II? Con Juan Pablo II predominó un "wojtylianismo público", de masas y medios de comunicación. En cambio, Ratzinger está centrado en la palabra desnuda: homilías, ángelus, catequesis, discursos y, hasta ahora, tres encíclicas. Su idea era acostumbrar a los católicos a fijarse en lo esencial, no en la persona del Papa, el eterno papanatismo. ¿Por qué ese cambio? Es un misterio; por decirlo desde el punto de vista de la fe: una decisión del Espíritu Santo.

Suele decirse que las promesas electorales están para incumplirse. Ratzinger no las hizo.

El único documento que puede tenerse como tal es la homilía en la misa para elegir nuevo Papa el día del comienzo del cónclave, donde dibujó un panorama teórico sobre los cristianos veletas -que se han dejado llevar por corrientes ideológicas opuestas: del marxismo al liberalismo hasta el libertinaje, del colectivismo al individualismo, del ateísmo a un vago misticismo-. También fijó allí su idea de que el mundo está dominado por la "dictadura del relativismo que no reconoce nada que sea definitivo y que deja como última medida sólo al propio yo y a sus deseos". No dijo cómo luchar contra esa tendencia.

Ideas o palabras al margen, el balance es desolador. En cinco años ha provocado varias veces la indignación de los judíos -13 millones-; por ejemplo, cuando readmitió en la "comunión eclesial" a los seguidores del arzobispo Marcel Lefebvre -la llamada Hermandad Sacerdotal de San Pío X-, entre ellos a Richard Williamson, que niega el Holocausto y al Vaticano II.

"Al levantar la excomunión de los integristas, sin exigirles la aceptación del Concilio Vaticano II, no son ellos quienes se incorporan al cristianismo conciliar. Es más bien el Papa quien se convierte al integrismo y lleva a la Iglesia en esa dirección", sostiene el teólogo Juan José Tamayo. La canciller alemana Angela Merkel exigió entonces al Papa, su compatriota, que pidiera disculpas a los judíos.

El Papa también ha reintroducido en la liturgia una oración por la conversión de los judíos, de carácter preconciliar, y suele irritar a esa comunidad religiosa cuando insiste en elevar a los altares (es decir, en colocar como ejemplo de santidad para todo el mundo) al papa Pío XII, acusado de callar ante los crímenes de los nazis y ante el terrible Holocausto.

Ofendió también Benedicto XVI a los musulmanes -1.300 millones- cuando, en un discurso en la Universidad de Ratisbona (Alemania) en septiembre de 2006, dijo que Mahoma impuso la fe con la espada y proclamó la guerra santa, vinculando al dios del islam con la violencia y la irracionalidad. Tampoco los protestantes -650 millones- y los cristianos ortodoxos -250 millones- tienen motivo de contento con este Papa. En un documento oficial de julio de 2007, el Vaticano identifica la Iglesia de Cristo con la Iglesia católica, a la que considera la única verdadera, y califica en consecuencia a las Iglesias ortodoxas como Iglesia imperfecta y niega que las Iglesias de la reforma sean Iglesia.

El proceso ecuménico (de encuentro entre religiones, en la idea del teólogo Hans Küng de que no habrá paz entre las naciones sin paz entre las religiones) también sufrió un duro revés cuando el Papa les dijo a las comunidades indígenas latinoamericanas -el 10% de la población en ese continente-, durante su viaje a Aparecida (Brasil) en 2007, que una supuesta vuelta a las religiones precolombinas no era un progreso, sino un retroceso. Lo dijo Benedicto XVI en su discurso inaugural de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, y en el mismo viaje acusó a los nuevos líderes políticos latinoamericanos de estar sometidos a ideologías superadas y de no actuar en concordancia con la visión cristiana del ser humano y de la sociedad.

También atacó allí a los teólogos de la liberación por politización, falso mesianismo, ideas erróneas y dependencia del marxismo, como había hecho, excomulgándolos, cuando estaba al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Aún más criticada ha sido su visión de la planetaria lucha contra el sida, llevada a cabo por las autoridades sanitarias y gran parte de los Gobiernos. Durante un viaje a Camerún y Angola, el Papa execró contra el uso de los preservativos porque, dijo, "no sólo no solucionan el problema del sida, sino que lo agravan todavía más". El Parlamento belga pidió entonces, por mayoría, a su Gobierno que condenase esas declaraciones y expresase una protesta formal al Vaticano, de Estado a Estado. Una iniciativa parecida en España, a instancias de Izquierda Unida, no prosperó en el Congreso de los Diputados.

Todas esas derivas anticonciliares se resumen en una más aparatosa y visible: los cambios en la liturgia, autorizados con regocijo por Ratzinger. No sólo se vuelve a la misa en latín y con el celebrante de espaldas al pueblo creyente, sino que se han aceptado algunas de las ideas del arzobispo Lefebvre, el gran fustigador del Vaticano II. Ratzinger había sido perito en ese concilio, como asesor del episcopado alemán, pero siempre se mostró contrario a su desarrollo "con el entusiasmo de zelotes", acusó una vez a sus colegas, en referencia a una de las sectas más radicales en la época de Jesús, en la Galilea sojuzgada por Roma.

¿Por qué esa deriva antiecuménica o anticonciliar? El papa Ratzinger piensa que el Concilio Vaticano II le ha sentado muy mal a su Iglesia, y que sólo rectificándolo volverán tiempos de esplendor, prestigio e influencia. Los hechos son testarudos, en la dirección contraria. Cada día hay menos vocaciones sacerdotales y más parroquias sin cura. La juventud sigue alejada, salvo los cientos de miles de muchachos que jalean al pontífice desde los movimientos más conservadores; la mujer permanece marginada del santuario, y pocos católicos hacen caso a las doctrinas de sus prelados en materia de sexo u otros comportamientos sociales.

La decisión de acoger a sacerdotes anglicanos, incluso si están casados, no hace más que agravar el veto al celibato opcional entre el clero católico, origen de quebradores de cabeza para el Papa. Pero esas son ahora historias de sexo, un terreno en el que la jerarquía del catolicismo pierde casi siempre la compostura.



Fuente: ElPais.com
Autor: Juan G. Bedoya, (1945 -) periodista, docente y político español. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra y ha trabajado, entre otros medios, en Alerta (Santander), El Correo Español (Bilbao), Televisión Española y ahora responsable de la sección de Religión de El País.La Comisión Europea ha otorgado en España el ‘Premio Europeo de Periodismo 2009.
También ha sido director de Hoja del Lunes de Santander (1975-1980). Director del Curso La cuestión regional de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Profesor de Literatura en la Escuela Politécnica (1973-1974). Presidente de la Junta de Fundadores de Cantábrico de Prensa S.A. Editor del periódico ALERTA Cantabria (1985-1993).

+ Leer más...

lunes, 5 de abril de 2010

Los papas y el sexo: Cómo la Iglesia Católica ha podido ocultar 40 años de pederastia

La “conspiración de silencio” que nace con Juan XXIII

Se amenazó con la excomunión a quien difundiera algún caso

En 1962 el Papa Juan XXIII firma un escrito titulado Crimen de Solicitación o Crimen Sollicitationis (ver el documento original en latín "Intructio de modo procedendi in Causis Sollicitationis") en el que se fijaba el procedimiento a seguir en los casos de "pecados secretos" de miembros del clero. El texto permaneció oculto hasta 2003 cuando diversos medios de comunicación lo sacaron a la luz. Básicamente la orden del papa era mantener ocultos los abusos sexuales en la Iglesia.

Según narra Eric Frattini en su libro Los papas y el Sexo, "El documento (...) ordenaba a los obispos a actuar de la forma ‘más secreta' y a ‘observar el más estricto secreto. Siendo la divulgación de alguno de los casos considerada merecedora de pena de excomunión'."

Así fue como el conocido popularmente como "El papa bueno" encubría bajo un manto de mutismo a todos los implicados en casos abusos sexuales. Estipulaba que sólo un tribunal eclesial debia de actuar contra los estos delitos.

Esta "conspiración del silencio" vivió sus últimos coletazos, antes de hacerse pública, durante el papado de Juan Pablo II.

Los cardenales Joseph Ratzinger y Tarcisio Bertone emiten en 2001 el documento interno "De delictis gravioribus" (ver texto original en latín, haciendo clic aquí / o la traduccion del mismo al español, haciendo clic aquí) el que informan de cómo tratar de modo aún más privado estos procesos, sobre todo los relacionados con niños. Exigía que las denuncias fueran enviadas sólo y directamente a la Congregación para la Doctrina de la Fe que dirigía el propio Ratzinger.

Según reza el documento Vaticano: "Deben permanecer secretos y ser juzgados con rigor en un proceso interno".*


"El gran cáncer del catolicismo desde su creación ha sido el celibato"

Después de escribir la Historia de la Iglesia Católica a través de las oscuras relaciones de 261 pontífices con el sexo, el autor confiesa haber aprendido que el celibato entre los miembros del clero ha resultado profundamente dañino para la Iglesia.

"En el protestantismo o en el luteranismo, dónde a los religiosos se les permite casarse y tener hijos, no se conocen casos de abusos sexuales a niños como se han dado en la Iglesia Católica".

Como cuenta Eric Frattini en Los papas y el sexo (Ed. Espasa) la conspiración de silencio de la Iglesia sobre los casos de pederastia nace en 1963 con la firma de Juan XXIII en un documento en el que se establece, como norma pontificia, que se deben esconder todos los casos de abusos sexuales contra niños."

"Durante el Papado de Juan Pablo II, uno de los hombres que más ayudó a silenciar estos abusos fue Joseph Ratzinger como prefecto de la Doctrina de la Fe."

Así, en uno de los pasajes del libro se relata cómo una jueza federal de EEUU había dado la orden para detener al ya nombrado como Benedicto XVI en cuanto pisara suelo de aquel país. Se le acusaba de encubridor de estos crímenes durante su etapa anterior con Juan Pablo II (ver "Ratzinger en la ratonera").

"Sólo las rápidas gestiones del Vaticano con la Secretaria de Estado de EEUU hicieron posible que el nuevo Papa gozara de inmunidad diplomática como Jefe de Estado."

Esto es sólo una fracción de los 2010 años de Historia de la Iglesia que se recogen en "Los papas y el sexo". Un recorrido oculto e inhóspito entre las prácticas sexuales más sorprendentes y los delitos más atroces que cometieron algunos de los máximos responsables de esta Institución. Ya lo dice Antonio Piñero en el prólogo: "(Estamos ante) una institución que ha sobrevivido a pesar de la notable indignidad de muchos de sus jefes supremos".**


Video: "Los Papas y el sexo". Entrevista a Eric Frattini realizada por Miguel Pato.



Podscast: 'Los papas y el sexo con Eric Frattini' / Programa "Espacio en Blanco" (integro) de la Radio Nacional de España (RNE), emitido el 13 de febrero de 2010. (Algunas expresiones y conceptos expresados en esta entrevista no estamos de acuerdo, pero creemos muy interesante compartirla con nuestros amigos lectores. Editor)





* Fuente: PeriodistaDigital.com
Autor: Miguel Pato / 29 de marzo de 2010
**Fuente: PeriodistaDigital.com
Autor: Miguel Pato, 22 de marzo de 2010

+ Leer más...

miércoles, 24 de marzo de 2010

Católicos: depravación, curas, matrimonio, Iglesia, papado. Por Gonzalo Tarrués

El Titanic eclesial y su propio iceberg. En Alemania, donde un joven Ratzinger alguna vez usó uniforme, embistieron contra el papa: le exigen entone un mea culpa por los casos de violaciones infantiles; en el otro lado de la vereda gran escándalo porque un sacerdote casado oficia la misa: Jesús no fue sacerdote, afirma el inculpado.

Fue durante cinco años arzobispo de Münich, aseguró Hans Küng refiriéndose a Josef Ratzinger, y ''La veracidad exige que el hombre que desde hace décadas es el responsable principal de la ocultación a nivel mundial -de los casos de pedofilia-, concretamente Josef Ratzinger, entone su propio 'mea culpa'''. Y agregó, en un importante periódico alemán:

''Ninguna persona en la Iglesia ha tenido sobre su mesa tantos casos de abusos como él''. Küng -teólogo enfrentado por años al papado- también recordó que el Papa estuvo al tanto de los múltiples casos de de esas prácticas cuando fue profesor de Teología en Ratisbona, donde su propio hermano Georg debió haberle informado sobre los abusos en el coro catedralicio infantil.

Además Küng no olvida que el actual Papa fue durante cinco años arzobispo de Münich, diócesis en la que se han destapado muchos casos de pedofilia perpetrados por curas durante su mandato, y también por 24 años prefecto de la Congregación para la Defensa de la Doctrina de la Fe.


Victorino Pérez Prieto, sacerdote, casado y en Galicia

El obispado de Mondoñedo Ferrol selanzó con todo- y nada tolerante- contra el cura Victorino Pérez, al que amenaza con todo el peso del Derecho Canónigo por celebrar misa estando casado.

Con un dejo a la vez melancólico y desafiante el sacerdote retruca: Siempre hemos dicho que la mayoría de nosotros, curas casados nos sentimos felizmente retornados al estado laical. Jesús de Nazareth no fue nunca un sacerdote, sino un laico. Él animó a sus discípulos a celebrar la fracción del pan y del vino en grupo, en comunidad. "Haced esto en memoria mía". "Porque allá donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allá estoy yo en medio de ellos". Y suma:

Es triste que los obispos gallegos salten ahora ante este caso concreto, cuando ellos saben que en Galicia, en España, en Latinoamérica y en muchos otros lugares del Mundo somos miles y miles los sacerdotes que estamos viviendo un tipo de Iglesia en comunidades fraternas, de iguales, sin ningún tipo de clericalismo.

Lo vivimos especialmente en las comunidades de base y en movimientos renovadores de Iglesia. Aunque haya una desobediencia a normas disciplinarias concretas (no a cuestiones de fe), hay una fidelidad a un servicio comunitario, a una eclesialidad abierta, servicial y evangélica y también a una comunión crítica con la Iglesia.

Llevamos muchos años viviendo así nuestra fe y queremos seguir viviéndolo, aunque a nuestros obispos no les guste. Más pronto que tarde, ellos y sobre todo el Papa, tendrán que comprender que la actual ley del celibato obligatorio para los clérigos es algo caduco y desfasado, que obedece más a una Iglesia de siglos pasados que a la del S. XXI.

Muchos obispos y cardenales lo han dicho en público y la mayoría lo reconoce en privado. Incluso Juan Pablo II llegó a reconocer a un grupo de periodistas que sabía que eso sería inevitable, pero que no quería que fuera durante su pontificado.

Los actuales escándalos de pederastia y pedofilia del clero en EEUU, Irlanda, Alemania, Holanda, Austria, Suiza... eso sí que debiera preocuparles... Hay algo que está pidiendo a gritos la opinión pública dentro y fuera de la Iglesia: que se modifique la ley del celibato y puedan coexistir en ella animadores de la comunidad cristiana célibes y casados, hombres o mujeres, heterosexuales u homosexuales, siempre que demuestren una madurez en la fe y un compromiso serio con la comunidad.

Se estima que al menos un 22 por ciento de los sacerdotes debidamente ordenados en la Iglesia Católica están casados. (ver el articulo publicado por "El País", "El 22% de los curas están casados y algunos siguen ejerciendo").


Fuente: Telesurtv.net
Autor: Gonzalo Tarrués

+ Leer más...

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Por los caminos de Newman y Blair. Por Juan G. Bedoya

Pese a lo que sostienen todavía los cronistas de la bragueta y buena parte del bando católico, el cisma de Enrique VIII no fue una cuestión de divorcio -para casarse con Ana Bolena-, ni un movimiento popular, como en la Alemania protestante. Excepto en la doctrina, los reyes de Inglaterra eran los jefes efectivos de la Iglesia mucho antes de que se afirmara esa posición con un estatuto parlamentario. El principio fue definido más tarde como cuius regio, eius religio (la religión de rey es la religión del reino), no para retornar al tribalismo, sino para poner orden en los desastres de las guerras de religión.

La definitiva ruptura anglicana se produjo "por un complicado embrollo de disputas y rencores personales, celos, rivalidades de jurisdicción, pugnas provinciales y simple mala intención" (Paul Johnson). También contribuyeron los desmanes económicos de muchos clérigos avalados por Roma, que arruinaban a su feligresía hasta para enterrar a los deudos. La decisión del Parlamento, en 1534, impulsada por Enrique VIII, acordó que el rey (y supeditado a él el arzobispo de Canterbury) era sin discusión la cabeza de la iglesia en Inglaterra, con todo el mando.

Enrique VIII no pretendía otra cosa que librarse del Papa o doblegarlo, como en aquel momento hacía el emperador Carlos V de Alemania (y Primero de España), que tenía preso al pontífice. Londres rompió con Roma, pero no con la fe católica. Es decir, inauguró un cisma sin querer implantar la herejía. La Iglesia anglicana no se hizo nunca protestante en su vida o en su constitución según el modelo alemán.

Pero nada es simple cuando se trata de religiones. Tras los años de la sangrienta reacción católica de María Tudor, que le costó morir en la hoguera al mismísimo arzobispo Crammer, Isabel I impulsó un catolicismo reformado, a medio camino entre los extremos de Roma -terrible Inquisición mediante- y las exageraciones de Calvino en Ginebra. La suspensión de celibato clerical obligatorio, del que tanto se ha hablado, no fue entonces sino una atracción manipulada eficazmente por los reformadores para consumo de muchos sacerdotes (en su mayoría, los jóvenes).

¿Y ahora? El acercamiento de las dos iglesias (la romana y la anglicana) viene de muy lejos. Pero no es ecumenismo en el sentido conciliar del término, sino una absorción en toda regla, una vuelta a la casa del padre por la parte de abajo. Roma no va a ceder nunca la primogenitura del sumo pontífice, ni la centralidad del Vaticano. Tampoco en su oposición a la ordenación de mujeres (de momento, al menos), o a la entrada de homosexuales al altar sagrado. Eso provoca, en la práctica, la pervivencia ab aeternum de la Iglesia anglicana como tal, con su jefe civil (ahora una reina) y un arzobispo pastoreándola.

Hace tiempo que la Santa Sede renunció a la reunión de las iglesias llamadas separadas según el pensamiento conciliar de Juan XXIII, en 1962. Ocurrió cuando el cardenal Ratzinger, papa ahora como Benedicto XVI, presentó a la firma de Juan Pablo II la proclamación de que no hay más doctrina e iglesia verdaderas que las romanas, ni otro camino para la salvación de las almas (declaración Dominus Iesus, año 2000). Se ve ahora con esta política de asimilación, acogiendo a los conversos anglicanos con miramientos y prelaturas, pero humillando a la cabeza.

La sangría de fieles del anglicanismo hacia la iglesia romana viene de lejos. Cuando Tony Blair, el ex primer ministro británico, acudió en 2007 a visitar a Benedicto XVI para publicitar su sonada conversión al catolicismo, el líder laborista, anglicano de nacimiento, llevaba en su cartera tres retratos del cardenal Newman, el gran converso. Era su regalo a Benedicto XVI porque, como declaró Blair, el más celebre predicador inglés era "pensador preferido" del actual pontífice.

La conversión de John Henry Newman (Londres, 1821-Birmingham, 1891), fue un acontecimiento mundial en su tiempo. Sus escritos y sermones como pastor anglicano no anticipaban su paso. Antes había liderado el Movimiento de Oxford, con el empeño de restituir a la Iglesia anglicana el derecho a considerarse parte de la Iglesia universal, como la católica y las ortodoxas, sin "romanizarla", pero remontándola a la tradición de los grandes padres y teólogos cristianos. Converso en 1845, el papa León XIII lo hizo cardenal en 1879 y Benedicto XVI prepara ya su beatificación. Sera el primer santo católico en el Reino Unido procedente del anglicanismo. Todo un símbolo.


Fuente: ElPais.com
Autor: Juan G. Bedoya
Fotografía: montaje Menesez Filipov

+ Leer más...

miércoles, 21 de octubre de 2009

La Iglesia Católica abre las puertas a los Anglicanos opuestos a gays y mujeres obispos

Histórico: la Iglesia Católica abre sus puertas a los anglicanos

ROMA.- En un gesto inesperado y más que trascendente, Benedicto XVI les abrió ayer las puertas del catolicismo a los anglicanos al admitir el retorno en bloque de fieles y sacerdotes, incluidos los sacerdotes casados, la mayoría en esa confesión cristiana.

En el paso más importante dado en su historia por la Iglesia Católica para superar una división de más de 475 años, el Papa aprobó una Constitución Apostólica, decreto pontificio de máximo rango, que pronto será publicado, que crea una nueva estructura canónica y les permite a fieles, sacerdotes y obispos anglicanos que así lo deseen convertirse al catolicismo, conservando elementos de su específico patrimonio espiritual y litúrgico anglicano.

Así lo anunció ayer el cardenal William Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en una conferencia de prensa en la que explicó que esto será posible a través de una prelatura personal, similar a la que tienen dentro de la Iglesia el Opus Dei y los ordinariatos castrenses.

La medida del Papa se conoció en momentos en que la Iglesia Anglicana está al borde de un cisma a raíz de la decisión de permitir la ordenación de obispos mujeres y de sacerdotes homosexuales en Estados Unidos y Canadá. Los anglicanos siempre pudieron volver, a título individual, a la Iglesia de Roma, tal como ocurrió con John Henry Newman, el famoso anglicano que se convirtió al catolicismo y luego fue cardenal, que será beatificado el año que viene.

Pero con la novedosa Constitución Apostólica, puesta a punto por Benedicto XVI, ahora grupos enteros de anglicanos, la mayoría de un ala tradicionalista que jamás aceptó la ordenación de mujeres y de los homosexuales, podrán pasar al catolicismo.

Incluso los curas anglicanos casados, que son la mayoría, podrán ser ordenados sacerdotes católicos, más allá de la obligación del celibato impuesta por la Iglesia de Roma. Los obispos anglicanos casados que se conviertan al catolicismo, en cambio, serán "rebajados" a la categoría de sacerdotes rasos.

Según la nueva Constitución Apostólica, sólo los obispos que son célibes continuarán manteniendo ese cargo. Además, los anglicanos que abracen el catolicismo podrán elegir a los encargados de supervisar sus propias comunidades, que estarán autorizadas a conservar algunas de sus tradiciones espirituales y litúrgicas.

Los anglicanos se separaron de Roma en 1534, cuando el rey Enrique VIII no obtuvo del papa Clemente VII la anulación de su matrimonio con Catalina de Aragón y declaró la independencia de la Iglesia de Inglaterra de la autoridad pontificia.

Desde entonces, tal como recordó el Vaticano en una nota informativa, siempre hubo intentos de reunión con el catolicismo. Aunque fue a partir del Concilio Vaticano II (1962-1965) que comenzó a trabajarse más intensamente por el diálogo ecuménico.

Ordenaciones conflictivas

La nota informativa también puso en contexto la trascendente decisión del Papa, al destacar que en los últimos años comenzaron a surgir serias divisiones entre los 77 millones de fieles anglicanos que hay en el mundo, al borde del cisma.

Algunas iglesias, principalmente en Estados Unidos y Canadá, rompieron con la tradición y comenzaron a ordenar mujeres como sacerdotes y como obispos. Más recientemente, alejándose de la común enseñanza bíblica, comenzaron a ordenar sacerdotes homosexuales y les dieron asimismo su bendición a las uniones entre personas del mismo sexo.

No por nada Levada, titular de la ortodoxia católica, explicó que con este nuevo paso el Papa "quiso ir al encuentro en modo unitario y justo a los pedidos para una plena unión que llegaron de parte de fieles anglicanos de distintas partes del mundo en los últimos años".

"Con semejante propuesta la Iglesia piensa responder a las legítimas aspiraciones de estos grupos anglicanos para una comunión plena y visible con el Obispo de Roma, el sucesor de San Pedro", agregó Levada, acompañado por el arzobispo Joseph Di Noia, secretario de la Congregación para el Culto Divino.

Según Levada, entre 20 y 30 obispos y un centenar de parroquias anglicanas ya expresaron su deseo de regresar al catolicismo. Se espera que el primer grupo que se pase a la Iglesia de Roma sea la Comunidad Anglicana Tradicional, que en 1991 rompió con la jerarquía de la Iglesia Anglicana después de su bendición a la ordenación de sacerdotes mujeres. La Comunidad Anglicana Tradicional asegura tener medio millón de fieles en todo el mundo.

El arzobispo de Canterbury y líder de la Iglesia Anglicana, Rowan Williams, aseguró ayer en una conferencia de prensa en Londres, junto al arzobispo de Westminster, Vincent Nichols, que no considera el paso dado por el Vaticano "un acto de agresión".

Sin embargo, admitió que sólo "hace un par de semanas" se enteró de la existencia del nuevo documento vaticano y que nadie lo consultó en ningún momento sobre el tema. Tampoco el Episcopado británico, que tuvo noticias el lunes de la Constitución Apostólica, fue consultado por el Vaticano. *


Prevén un éxodo de sacerdotes anglicanos tras el giro de la Iglesia

Diversos medios tradicionalistas creen que podría producirse una fragmentación en esa comunión

LONDRES.- Alrededor de un millar de sacerdotes anglicanos y muchos miles más de Australia y Estados Unidos podrían dejar sus iglesias para ser acogidos por el Vaticano, estimaron diversos medios anglicanos tradicionalistas citados por el diario británico The Times, tras conocerse el histórico giro de la Iglesia al admitir el retorno en bloque de fieles y sacerdotes, incluidos los sacerdotes casados, la mayoría en esa confesión cristiana.

El anuncio del Vaticano fue traducido por los medios como un duro golpe para los esfuerzos del arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, de evitar la ulterior fragmentación de la comunión anglicana, dividida por la consagración de mujeres obispos que reclama el sector más progresista de la confesión.

Algunos anglicanos acusan en privado a la Iglesia de Roma de dedicarse a la "caza" de anglicanos y critican a Williams por capitular ante el Vaticano, señala el periódico británico.

Aunque esos críticos reconocen que Williams poco podía haber hecho para frustrar la acción de la Santa Sede, muchos expresaron su disgusto por la declaración conjunta que hizo con el primado católico, el arzobispo de Westminster, en la que reconocía "la común fe católica y la aceptación del ministerio de Pedro".

En una carta enviada a sus obispos y al clero, Williams no oculta, sin embargo, su propia frustración: "Lamento que no haya sido posible alertaros antes de esto. Se me informó muy tarde del anuncio que pensaba hacer (el Vaticano)".

Williams recibió la primera notificación el pasado fin de semana de boca del cardenal William Levada, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que viajó a Londres para comunicar personalmente la decisión a líderes anglicanos y católicos.

El obispo de Fulham, John Broadhurst, presidente de Forward in Faith, grupo que se opone a la ordenación de mujeres como obispos, predijo que hasta un millar de sacerdotes anglicanos podrían aceptar la oferta vaticana. Por su parte, Christian Rees, del grupo anglicano feminista "Watch", describió la medida vaticana como "caza ilegal".

"Esta no es una bienvenida normal. Es una bienvenida especialmente efusiva en la que casi se anima a la gente. En la Iglesia Anglicana nos gusta operar con transparencia. No ha ocurrido en este caso, por lo que cundirá la impresión de que es una maniobra predatoria".

Una posible consecuencia de la medida vaticana, aventura The Times, es que se acelerará la consagración de mujeres como obispos ya que el Sínodo General de la comunión anglicana no aprobará las necesarias estructuras legales que pudieran reclamar quienes se oponen a la consagración de mujeres si el Vaticano les ofrece una salida con la bendición del primado anglicano.

Ayer, en el paso más importante dado en su historia por la Iglesia Católica para superar una división de más de 475 años, el Papa aprobó una Constitución Apostólica -decreto pontificio de máximo rango, que pronto será publicado- que crea una nueva estructura canónica y les permite a fieles, sacerdotes y obispos anglicanos que así lo deseen convertirse al catolicismo, conservando elementos de su específico patrimonio espiritual y litúrgico anglicano. **


Fuente*: LaNacion.com
Fuente**: LaNacion.com
Fotografía: Encuentros ecuménicos entre el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams y Benedicto XVI. Vaticano / Noviembre 2006

+ Leer más...

miércoles, 15 de abril de 2009

Estupro en el obispado. Por Luis Agüero Wagner

Una escabrosa historia de encubrimiento a un farsante acabó en gran parte este lunes de pascuas, cuando el obispo Fernando Lugo reconoció públicamente ante las cámaras de televisión haber tenido relaciones con una jovencita de 16 años, Viviana Carrillo, en tiempos en que se desempeñaba como Obispo de San Pedro, abrió en Paraguay el debate que ya estaba instalado en otras latitudes: el de los escándalos aberrantes que de un tiempo atrás sacuden a la Iglesia Católica.

No está demás mencionar que la Iglesia Católica protege a estos delincuentes para defender su propia imagen en lugar de denunciarlos y expulsarlos para defender al resto de ciudadanos. La mayoría de los casos de pedofilia se han intentado resolver internamente, trasladando a los curas pederastas a otras parroquias y hablando con las familias para evitar las denuncias. Lejos está Paraguay de ser un caso aislado en Sudamérica. Estupro en el obispado. Por Luis Agüero Wagner

Un grave escándalo, de características y dimensiones similares al que estalló hace tres años en Estados Unidos, se instaló recientemente en los altares de la Iglesia Católica de Brasil. Entre ellos figura el sacerdote Félix Barbosa Carreiro, quien hace unas semanas fue detenido tras ser sorprendido en una orgía de droga y sexo con 4 adolescentes, y que acusó a “otros 12 padres” de incurrir en prácticas similares. Otro caso es del padre Alfieri Eduardo Bompani, de 45 años, quien grababa videos y escribía un diario donde daba cuenta de sus acciones.

El más repulsivo es el caso del padre Tarcisio Spricigo, que abusó de varios menores antes de ser arrestado por haber violado un pequeño de sólo cinco años de edad. En los documentos y pruebas del proceso contra el cura ha sido incluido un diario, que es una especie de “manual de pedofilia”, que incluye consejos como “jamás tener una relación con niños ricos”. El libro de Spricigo, que fue descubierto por casualidad por una monja que lo llevó a la Policía brasileña, también contiene “diez reglas para actuar y quedar impunes”.

“Llueven niños seguros y confiables que son sensuales y que mantienen un total secreto, que sienten la falta del padre y viven sólo con la madre (…) Soy un seductor, seguro y calmo. Basta aplicar las reglas y el chico caerá en mis manos y seremos felices para siempre”, anotó el religioso en su escalofriante “manual”.

La lista de casos de depravados y criminales ocultos bajo las sotanas se antoja interminable: En Chile, el religioso Jaime Low Cabeza, fue detenido por presunto estupro y abuso sexual contra menores. Los abusos que supuestamente afectaron a cinco menores -todos varones de entre 15 y 17 años- se habrían concretado cuando el religioso se desempeñaba en la pastoral juvenil de la parroquia.

En 2001, el religioso salesiano Carlos Larraín fue acusado de abusos contra una menor de nueve años en la época en que se desempeñaba como director del Colegio María Auxiliadora (entre 1997 y 1999). En abril de 2004, el sacerdote Víctor Hugo Carrera fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Santiago, luego de permanecer tres años como prófugo de la justicia, pues fue acusado de abuso sexual contra un menor en 1999 en Punta Arenas.

Mientras en Paraguay el obispo Fernando Lugo reconoció haber cometido estupro siendo obispo, y niños sordomudos denunciaron haber sido violados por curas en Verona, en México denuncian que existen logias que protegen a estos criminales.

El cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera y el arzobispo de Los Angeles, Roger Mahony, habrían encubierto a un sacerdote mexicano acusado de varios casos de abuso sexual contra menores monaguillos bajo el paraguas de esta suerte de Odessa de pedófilos. La deportación por parte de las autoridades de la Santa Iglesia de Roma, con destino a Paraguay, de varios sacerdotes católicos acusados de haber abusado sexualmente de menores en todas las latitudes del orbe, aumenta las sospechas en cuanto al encubrimiento brindado a estos criminales. No hace mucho que en un ambiente caldeado laicos organizados y fieles católicos del Alto Paraná, a trescientos kilómetros de la capital del país, denunciaron que en su comunidad se habían refugiado en un seminario los padres Carlos Urrutigoity y Eric Ensey, acusados de abuso sexual en Estados Unidos.

Es demasiado casual que estos criminales se hayan refugiado en el Paraguay poco después del triunfo electoral del obispo Fernando Lugo, que se produjo en ancas de algunas de las más reaccionarias fuerzas atávicas de este Paraguay surrealista: el pensamiento mágico, la tradición autoritaria y el machismo con el cual fue denigrada una candidata mujer.

Para concluir esta descripción del Paraguay, podríamos tomar prestadas palabras publicadas en la Jornada de Oriente con la firma de Anamaría Ashwell, y solo cambiar la palabra México por Paraguay: “una oscurantista alianza masculina, mayormente de políticos y sacerdotes, han regresado el tiempo de México al Virreinato: han legislado para quitarle el derecho a la mujer sobre su cuerpo. Sacerdotes supuestamente célibes, abiertamente misóginos, muchos pedófilos y desconocedores absolutos de la condición fisiológica y social de las mujeres —y encima vestidos con faldas largas— representando valores culturales que para las mujeres caducaron con el Virreinato, apuntalaron el voto de políticos que decidió que las mujeres sólo tienen el derecho a estar preñadas.”


Fuente: LaNación.py
Autor: Luis Agüero Wagner, Escritor e investigador paraguayo, autor de "Las Banderas de Mitre" y "La increíble historia de Jorge W. Arbusto", "Fuego y ceniza de al memoria". Y coautor de "Historia de Paraguay 1", "Un Napoleón de Hojalata" y "Apocalipsis, Imperialismo ecológicos y ecoapocalipsis global".
Fotografía: montaje Menesez Filipov

+ Leer más...

domingo, 2 de noviembre de 2008

El Vaticano niega a los homosexuales el sacerdocio aunque sean castos

Otro no de la Iglesia Católica a los homosexuales.
Un nuevo documento de la Santa Sede rechaza la admisión de personas con "tendencias arraigadas"

El Vaticano presentó ayer un documento que les cierra definitivamente las puertas del sacerdocio a los homosexuales. Además, formula un llamado a los obispos diocesanos y a los rectores de los seminarios para que realicen test psicológicos a los candidatos al sacerdocio.

Con el título de Orientación para el uso de las competencias psicológicas en la admisión y en la formación de los candidatos al sacerdocio y presentado por la Congregación para la Educación Católica, el documento reitera que los homosexuales -incluso los que se mantienen castos- no pueden ser curas, así como tampoco pueden serlo los heterosexuales que no saben controlar sus instintos sexuales.

"Si alguien muestra tendencias homosexuales fuertemente arraigadas, no puede ser admitido en un seminario", aseguró ayer el cardenal Zenon Grocholewski, prefecto de la Congregación para la Educación Católica, al presentar el documento, que fue aprobado por el Papa el 9 de junio último.

"No porque cometa pecado, sino porque la homosexualidad es una desviación, una irregularidad, una herida para poder ejercer el sacerdocio, que consiste también en ser un padre espiritual y en saber relacionarse con los otros", agregó el purpurado, al explicar los fundamentos de la restricción.

Evaluar la orientación

Después del estallido del escándalo por abusos sexuales de niños cometidos por sacerdotes en Estados Unidos, que significaron para la Iglesia Católica un terrible daño de imagen así como el pago de millonarias indemnizaciones, el Vaticano ya había publicado en 2005, hace tres años, una nota que prácticamente les prohibía a los homosexuales el ingreso a los seminarios.

Ahora, la Santa Sede no sólo refirma su posición, sino que en el nuevo documento se muestra más categórica y advierte que "no basta cerciorarse de la capacidad de abstenerse del ejercicio de la genitalidad, sino que es necesario evaluar la orientación sexual".

"El camino formativo deberá ser interrumpido en caso de que el candidato, pese a su empeño, el sostén del psicólogo o la psicoterapia, continuara manifestando la incapacidad de enfrentar de manera realista, si bien con la gradualidad de cualquier crecimiento humano, las propias graves situaciones de inmadurez (fuertes dependencias afectivas, notable falta de libertad en las relaciones, excesiva rigidez de carácter, falta de lealtad, identidad sexual incierta, tendencias homosexuales fuertemente arraigadas)", indica el texto.

"Lo mismo debe valer también en el caso en el cual resultara evidente la dificultad a vivir la castidad en el celibato, vivido como una obligación tan pesada que compromete el equilibrio afectivo-relacional", agrega el documento.

El Vaticano llama a los rectores de los seminarios a que recurran a psicólogos y utilicen tests mentales para evaluar si los candidatos al sacerdocio reúnen los requisitos exigidos, práctica que en verdad varias casas de formación ya utilizan, pero que jamás había sido formalmente auspiciada por un documento, según pudo saber LA NACION.

"Los errores de discernimiento en las vocaciones no son raros y muchas ineptitudes psíquicas, más o menos patológicas, se hacen manifiestas sólo después de la ordenación sacerdotal. El detectarlas a tiempo permitirá evitar muchos dramas", señala el documento.

También señala: "Aquellos que hoy piden entrar al seminario reflejan, de modo más o menos acentuado, el malestar de una mentalidad emergente caracterizada por el consumismo, por la inestabilidad en las relaciones familiares y sociales, por el relativismo moral, por visiones erradas de la sexualidad, por la precariedad de las elecciones, y por una sistemática negación de valores, sobre todo de parte de los medios de comunicación masiva".

Psicología y consentimiento

El uso de psicólogos, que deberán tener una formación católica, sólo podrá tener lugar con el consentimiento del candidato que será analizado, y con pleno respeto de su privacidad.

Se decidirá cuando haya dudas, en cada caso, y no sólo con el fin de desvelar patologías psíquicas o la posible homosexualidad del candidato, sino también las potenciales dificultades de los aspirantes heterosexuales a la hora de mantenerse célibes. Porque "vivir la castidad del celibato como una obligación insoportable puede comprometer el equilibrio afectivo y relacional", dice el documento.

Como era de esperar, el nuevo documento vaticano provocó fuertes reacciones en el mundo gay. "Estamos en presencia de un verdadero racismo de parte de los aparatos clericales", denunció Franco Grillini, presidente de Gaynet.

"Si para ser cura -agregó-, el requisito principal es la castidad, o la (imposible) renuncia a cualquier actividad de carácter genital, la orientación sexual debería ser irrelevante. Y en cambio no, si uno es gay, nada de sacerdocio".

Fuente: LaNacion.com
Autor: Elisabetta Piqué. Corresponsal en Italia

+ Leer más...

lunes, 31 de diciembre de 2007

LA IGLESIA CATOLICA DE INGLATERRA PIDE QUENO SE EXIJA EL CELIBATO PARA SER SACERDOTES


Cormac Murphy O'Connor, arzobispo de Westminster y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Inglaterra y Gales, sostiene que el Vaticano debería replantearse su posición sobre el celibato del clero y permitir que los hombres casados puedan ser sacerdotes.

En una entrevista que publica el diario "Financial Times", recogida por Servimedia, Murphy O'Connor, de 75 años, defiende la ordenación sacerdotal de hombres casados.

"Nosotros tenemos un cierto número de antiguos anglicanos en esta diócesis que están casados. Si usted me dice '¿cree que la Iglesia podría cambiar y ordenar a muchos hombres casados? La respuesta es 'sí, podría'".

No es ésta la primera vez que O'Connor cuestiona el celibato sacerdotal. Ya en el año 2000, poco después de ser nombrado arzobispo de Westminster, causó una gran tormenta mediática al declarar que el celibato sacerdotal "es una normativa eclesial que podría modificarse" y añadir que de su regulación "se hablará en el futuro".

Por otra parte, Murphy O'Connor, a quien se le atribuye una línea teológica más liberal que la de Benedicto XVI, dice que tanto el Sumo Pontífice actual como su predecesor captaban la atención de la gente, pero por vías distintas.

"La gente", explica, "va ahora a Roma, no tanto a ver al Papa como a escuchar lo que dice. El Papa Juan Pablo II captaba la imaginación de la gente con sus gestos y su proximidad. Este Papa capta la mente y los corazones de la gente por lo que enseña y predica".

El prelado católico defiende la campaña que lideró contra una propuesta legislativa aprobada en abril pasado, que obligará a las agencias católicas de adopción, desde finales de 2008 a lo más tardar, a aceptar las solicitudes de parejas homosexuales. Asegura que lo hizo para defender la idea de familia, que ha de ser formada por un hombre y una mujer.

Murphy O'Connor presentó el pasado verano al Papa, al cumplir los 75 años, su renuncia al cargo de arzobispo de Westminster, porque, según dice, quiere ser el primero de la historia en no morir en el puesto. El Papa le indicó que debía continuar al menos un año más.
Algunos detalles de la elección de Benedicto XVI en el cónclave cardenalicio de 2005 han quedado vívamente grabados en la memoria de O'Connor, que los relata con un toque de humor, parodiando las teorías de la conspiración antivaticanistas.

"Nadie podía ponerse en contacto con nosotros. Algunos tenían teléfonos móviles, pero si tratabas de usarlos no funcionaban. Habían bloqueado los teléfonos móviles. No sé cómo lo hicieron, pero lo hicieron. Cada día nos mirábamos los unos a los otros y pensábamos 'Dios, algún desdichado va a salir de aquí Papa".

Fuente: ABC.es / Servimedia

+ Leer más...