La Iglesia Episcopal fue una vez el grupo religioso más importante de América. Hoy, el descontento de los episcopalianos de EEUU (una de las principales ramas de la Comunión anglicana) lanza una advertencia a las asociaciones políticas y religiosas. El tamaño de la iglesia se ha contraído en la misma proporción que las doctrinas de la iglesia se han vuelto más permisivas y laxas.
Esta realidad decreciente representa paradójicamente la defensa episcopal de una política y teología “de inclusión” que –curiosamente- incluye en la práctica a cada vez menos personas.
La comunión anglicana-iglesia episcopal de EEUU era una especie de término medio entre catolicismo y protestantismo en algunos aspectos, sobre todo externos. Ahora, explica el reverendo Robert Duncan, ex obispo episcopaliano de Pittsburgh, la dirección nacional de la Iglesia Episcopaliana piensa en sí misma más bien como un puente entre el protestantismo y la cultura secular.
La Diócesis Episcopaliana de Pittsburgh se convertía recientemente en la segunda diócesis (la primera fue la de Fresno, California) en escindirse de la Iglesia Episcopaliana de los Estados Unidos a causa, entre otros muchos aspectos, de la ordenación en 2003 en New Hampshire de un obispo con pareja homosexual.
LA CLAVE: LA TEOLOGÍA LIBERAL
Y no es que los separatistas como Duncan, como acusan los críticos, estén obsesionados con la homosexualidad. La dirección de la Iglesia Episcopaliana es demasiado tolerante -sostienen Duncan y demás personas afines- con el clero que se desvía de las enseñanzas eclesiásticas tradicionales concernientes a otras muchas doctrinas centrales como la divinidad de Cristo, la autoridad de las Escrituras o el camino a la salvación.
Aunque es cierto, dice Duncan, que es en esta misma línea de teología liberal que la iglesia episcopal de EEUU insiste en la ordenación de obispos y pastores que practican de manera abierta relaciones homosexuales, bendiciendo este tipo de relaciones. Pero es más, en su opinión, una consecuencia más que la verdadera causa.
DECRECIMIENTO Y ESCISIONES
La realidad es que la Iglesia Episcopaliana es cada vez más pequeña en cuanto a membresía: 2,4 millones de fieles en el momento actual, muy por debajo de los 3,5 millones de fieles en su mejor momento, en 1965.
Aunque representa sólo una pequeña parte de la comunión anglicana mundial, que tiene al menos 77 millones de fieles en todo el mundo, es una clara muestra del impacto que la teología liberal produce en la fe de las iglesias… porque, además, las iglesias anglicanas “tradicionales” están en rápida expansión en todo el mundo.
Sólo en la emergente iglesia anglicana nigeriana hay 20 millones de fieles; aunque Duncan sostiene que podría haber 25 millones.
Estas tensiones y escisiones dentro de la Comunión anglicana no son una simple anécdota o malestar regional o personal.
Buena muestra de ello es la última conferencia de obispos anglicanos en Lambeth, presidida por el arzobispo de Canterbury. Esta importante reunión mundial de la Comunión anglicana se celebra cada 10 años. Este año asistieron apenas 650 de los casi 900 obispos anglicanos de todo el mundo que la forman.
Los obispos de tres de las cinco mayores provincias de la denominación anglicana como son Nigeria, Uganda y Kenia, boicotearon el acto sin asistir a la convocatoria en una denuncia pasiva pero clara de la línea permisiva que se practica desde Inglaterra con la teología liberal.
Fuente: Protestante Digital.com / The Washington Post Writers Group / ACPress.net
Esta realidad decreciente representa paradójicamente la defensa episcopal de una política y teología “de inclusión” que –curiosamente- incluye en la práctica a cada vez menos personas.
La comunión anglicana-iglesia episcopal de EEUU era una especie de término medio entre catolicismo y protestantismo en algunos aspectos, sobre todo externos. Ahora, explica el reverendo Robert Duncan, ex obispo episcopaliano de Pittsburgh, la dirección nacional de la Iglesia Episcopaliana piensa en sí misma más bien como un puente entre el protestantismo y la cultura secular.
La Diócesis Episcopaliana de Pittsburgh se convertía recientemente en la segunda diócesis (la primera fue la de Fresno, California) en escindirse de la Iglesia Episcopaliana de los Estados Unidos a causa, entre otros muchos aspectos, de la ordenación en 2003 en New Hampshire de un obispo con pareja homosexual.
LA CLAVE: LA TEOLOGÍA LIBERAL
Y no es que los separatistas como Duncan, como acusan los críticos, estén obsesionados con la homosexualidad. La dirección de la Iglesia Episcopaliana es demasiado tolerante -sostienen Duncan y demás personas afines- con el clero que se desvía de las enseñanzas eclesiásticas tradicionales concernientes a otras muchas doctrinas centrales como la divinidad de Cristo, la autoridad de las Escrituras o el camino a la salvación.
Aunque es cierto, dice Duncan, que es en esta misma línea de teología liberal que la iglesia episcopal de EEUU insiste en la ordenación de obispos y pastores que practican de manera abierta relaciones homosexuales, bendiciendo este tipo de relaciones. Pero es más, en su opinión, una consecuencia más que la verdadera causa.
DECRECIMIENTO Y ESCISIONES
La realidad es que la Iglesia Episcopaliana es cada vez más pequeña en cuanto a membresía: 2,4 millones de fieles en el momento actual, muy por debajo de los 3,5 millones de fieles en su mejor momento, en 1965.
Aunque representa sólo una pequeña parte de la comunión anglicana mundial, que tiene al menos 77 millones de fieles en todo el mundo, es una clara muestra del impacto que la teología liberal produce en la fe de las iglesias… porque, además, las iglesias anglicanas “tradicionales” están en rápida expansión en todo el mundo.
Sólo en la emergente iglesia anglicana nigeriana hay 20 millones de fieles; aunque Duncan sostiene que podría haber 25 millones.
Estas tensiones y escisiones dentro de la Comunión anglicana no son una simple anécdota o malestar regional o personal.
Buena muestra de ello es la última conferencia de obispos anglicanos en Lambeth, presidida por el arzobispo de Canterbury. Esta importante reunión mundial de la Comunión anglicana se celebra cada 10 años. Este año asistieron apenas 650 de los casi 900 obispos anglicanos de todo el mundo que la forman.
Los obispos de tres de las cinco mayores provincias de la denominación anglicana como son Nigeria, Uganda y Kenia, boicotearon el acto sin asistir a la convocatoria en una denuncia pasiva pero clara de la línea permisiva que se practica desde Inglaterra con la teología liberal.
Fuente: Protestante Digital.com / The Washington Post Writers Group / ACPress.net
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