martes, 25 de noviembre de 2008

Benedicto XVI y su apoyo a un libro de un ateo "teocon"

Escribió una carta-prólogo para una obra de Marcello Pera, ex presidente del Senado italiano. Un gesto inédito que revela su cercanía con el filósofo, considerado un intransigente con los musulmanes y todo aquel que cuestione la hegemonía cristiana.
El Papa ha escrito una carta que sirve de prólogo a un libro que estará en las librerías italianas hoy o mañana, escrito por el filosofo Marcello Pera, ex presidente del Senado en el gobierno Berlusconi (2001-2006).

Se trata de un gesto inédito de Benedicto XVI, que revela la cercanía entre Joseph Ratzinger y el intelectual conservador italiano, considerado un "teocon" que su momento apoyó con decisión a los neoconservadores que le daban libreto ideológico al presidente norteamericano George W. Bush.

Son llamados "teocons" porque defienden una refundación ideológica cuya bandera es la “civilización cristiana”. Su promotor fue el entonces presidente del Senado italiano, Marcello Pera, dirigente de Forza Italia (el partido de Berlusconi) y muy amigo de Joseph Ratzinger, actualmente Papa Benedicto XVI. En 2004 firmó junto con el entonces cardenal Joseph Ratzinger el libro "Senza radici. Europa, relativismo, cristianesimo, islam" (Mondadori), en el que ambos dialogan sobre la crisis de Occidente. El pasado año hizo publico el llamado "Manifiesto por Occidente", donde alerta sobre la incapacidad moral que tiene Europa para responder a los ataques del Islam, porque “se ha rendido al relativismo".

Marcello Pera ha encendido una nueva luz para aquellos que creen que Europa se ha quedado sin valores, defienden sus raíces cristianas, y creen que el Islam es una seria amenaza porque con el laicismo imperante no encuentra obstáculos. En Italia se les llama "teocons", en alusión a los "neocons" (neo-conservadores, que en Estados Unidos iniciaron una corriente de pensamiento conservadora radical, que defiende a ultranza el individualismo y el liberalismo económico).

Ratzinger y Pera firmaron tambien a cuatro manos el libro "Sin raíces" que era una dura crítica a la Europa actual por no incluir explícitamente a Dios en los textos constitucionales.

El nuevo libro de Pera se titula: "Porqué debemos llamarnos cristianos" y lleva la marca de la Editorial Mondadori, propiedad del primer ministro Silvio Berlusconi.

En su carta que sirve de prólogo al "querido senador Pera", Benedicto XVI sostiene que es fundamental el análisis del filósofo para que Europa "no se transforme en una realidad cosmopolita, sino que encuentre su propia identidad a partir de su fundamento cristiano-liberal".

El Papa elogia además la afirmación del senador italiano "teocon" de que "un diálogo interreligioso, en el sentido estrecho de la palabra, no es posible, mientras lo que urge es un diálogo intercultural de la decisión religiosa de fondo".

Pera por su parte explica que "mi posición es la del laico y liberal que se dirige al cristianismo para pedirle las razones de la esperanza". Pera es también considerado un "ateo devoto", personaje que, como la escritora y periodista Oriana Fallacci, no creían en Dios pero sí en el Papa y el Vaticano. Y compartían una posición intransigente contra los musulmanes y todo aquel que cuestionara la hegemonía cristiana occidental.

Pera acusa a Europa de ser "la tierra más descristianizada de Occidente", un pesimismo que al menos compartía el actual Papa cuando aún era el cardenal alemán Joseph Ratzinger.

Durante los años de la Era Bush, el gobierno de entonces de Silvio Berlusconi apoyó la aventura guerre en Irak y Marcello Pera siguió esa línea. El papa Juan Pablo II la combatió porque entre otras cosas sabía que la importante comunidad católica caldea pagaría muy caro el fin del dictador Saddam Hussein, un laico que protegía a los cristianos.

Los católicos de Irak viven hoy una situación trágica. Pero ni Berlusconi ni el Papa criticaron nunca a Bush por su aventura bélica en Irak que ha costado cientos de miles de vidas, ni por los secuestros y "desaparecidos" musulmanes, presuntamente terroristas, que hubo en estos años en Europa por la acción de los servicios secretos norteamericanos, así como las torturas en las cárceles iraquíes y en la base de Guantánamo. El Papa despidió a Bush en el Vaticano con un homenaje afectuoso casi familiar que nunca compartió con ninguno de los personajes que lo visitaron en los tres años de pontificado

Por otro lado, el Papa ha decidido dar una nueva vuelta de tuerca litúrgica. En primer lugar, el cardenal africano Francis Arinze, prefecto de la Congregación de Culto Divino, anunció que Benedicto XVI proyecta anticipar en la misa el saludo de la paz que fue incorporado a la misa gracias a las reformas del Concilio Vaticano II y del Papa Pablo VI.

Ratzinger, que ama las viejas tradiciones y nunca se entusiasmó con los cambios conciliares y la llamada "misa reformada", que aplica hoy más del 90% de la Iglesia, quiere que el saludo de la paz se realice en la mitad de la celebración de la misa y no cuando los fieles se preparan para recibir la Eucaristía. Arinze aclaró que el objetivo es sobre todo "moderar ese gesto", evitar las exageraciones, los gestos calurosos, "limitando el intercambio de la paz a los más cercanos".

Fuente: Clarin.com / Elplural.com / Webislam.com

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