jueves, 24 de diciembre de 2009

EEUU: las iglesias protestantes tradicionales, cada vez más vacías, se precipitan al declive

Las estadísticas que maneja el Grupo Barna sobre la asistencia a las iglesias en Estados Unidos muestran un lento pero constante declive en las principales denominaciones más tradicionales. Mientras los movimientos independientes y pentecostales aumentan su membresía. Según George Barna, las iglesias tradicionales pudieran estar al borde de un periodo de retroceso o "precipitándose hacia la decadencia".

Aunque el estudio efectuado por el Barna Group reconoció la estabilidad en la última década de las seis principales denominaciones protestantes entre las iglesias americanas tradicionales (la Iglesia Episcopal, La Iglesia Evangélica Luterana en América, La Iglesia Presbiteriana de EEUU; La Iglesia de Cristo Unida y la Iglesia Metodista Unida), el colectivo de miembros actual es tan solo una sombra de lo que era hace 60 años, cuando las denominaciones inundaban el paisaje protestante y ciudadano. La gran mayoría está inmersa en la teología liberal, sea o no ésta la causa directa (o indirecta) de su situación actual, lo que sería posiblemente un buen motivo para un nuevo e interesante análisis.

En la actualidad tan solo el 15% de los americanos adultos asiste a una iglesia tradicional protestante, lo que significa una media de aproximadamente 100 personas por iglesia. Aunque esta cifra se ha mantenido más o menos estable a lo largo de la última década, Barna ha encontrado indicios de una caída inminente basándose en factores tales como el importante descenso en la asistencia de adultos con hijos menores de edad y que casi el 40% de los asistentes a las iglesias tradicionales son personas solteras.

Con el progresivo auge de las iglesias evangélicas y pentecostales desde los años 50, las iglesias tradicionales han luchado para atraer a jóvenes adultos y minorías, especialmente hispanos, que constituyen más del 16% de la población norteamericana, pero a pesar de los esfuerzos sus resultados muestran que suponen tan solo el 6% de las iglesias tradicionales.

Asimismo, el voluntariado ha descendido (un 21% desde 1998), así como la participación en la escuela dominical (un 17% desde 1998). Por otra parte, la edad media de los pastores tradicionales muestra un envejecimiento paulatino y preocupante: 48 años en 1998 frente a 55 hoy en día.

A estos datos mencionados se une que mientras que el periodo de permanencia de los pastores tradicionales en una congregación es de unos 4 años, el de los pastores de iglesias no tradicionales sería, comparativamente, el doble. Es decir, las iglesias tradicionales tienen pastores de más edad y que duran la mitad de tiempo a cargo de sus iglesias que los pastores de iglesias no tradicionales (siempre hablando, claro está, del protestantismo en EEUU).

El estudio, pues, dibuja un sombrío panorama no sólo del presente de las iglesias tradicionales protestantes norteamericanas, sino que auguran un futuro aún peor en base a los datos y las conclusiones que se derivan del mismo. Sin duda todo apunta a que las iglesias protestantes tradicionales de EEUU, cada vez más vacías, se precipitan al declive.


Fuente: ProtestanteDigital.com

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domingo, 13 de diciembre de 2009

Eligen la primera obispa episcopaliana "abiertamente lesbiana" en Estados Unidos

La Diócesis Episcopal de Los Ángeles, en Estados Unidos, eligió el pasado 5 de diciembre como obispo auxiliar a una pastora que se proclama lesbiana activa, una decisión que sin duda aumentará las tensiones ya presentes en la comunidad anglicana mundial por el tema de la aprobación dentro de la iglesia anglicana de los pastores y obispos que son homosexuales activos de forma manifiesta.

La reverenda canóniga Mary Glasspool, de 55 años, es la primera pastora oficialmente homosexual que es escogida como obispo en la Iglesia Episcopal de EEUU (Comunión anglicana) tras la elección del también primer obispo homosexual activo y con pareja -Gene Robinson, de New Hampshire-, cuya consagración en 2003 provocó tensiones profundas en la Iglesia Episcopal que se mantienen aún hoy en día.

La elección de Glasspool deberá ser ratificada por la Iglesia Episcopal Nacional, pero no se espera que surja ningún obstáculo para que se produzca.

La ordenación de pastores homosexuales activos ha llevado a un número considerable de congregaciones norteamericanas a abandonar la Iglesia Episcopal y formar un grupo paralelo que aglutina un total de 100.000 fieles según sus propios cálculos. Además, numerosas iglesias anglicanas en otras regiones -como África- han roto su relación con sus correligionarios estadounidenses, por considerarlos teológicamente liberales no sólo en cuestiones de ética sexual, sino en sus interpretaciones y bases bíblicas en otros aspectos fundamentales que nada tienen que ver con el sexo.

“Para la mayoría de los anglicanos africanos, un miembro de la jerarquía eclesiástico abiertamente gay es algo inadmisible. Sin embargo para muchos en Estados Unidos, elegir a obispos reconocidamente homosexuales simplemente refleja la diversidad proclamada por la iglesia desde hace tiempo”, señaló el corresponsal de asuntos religiosos de la BBC, Chris Landau.

"TENDRÁ SERIAS CONSECUENCIAS", DICE WILLIAMS

En medio de esta situación se encuentra el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, quien lidera a los fieles anglicanos en todo el mundo, y que ha sido presionado persistentemente para que acepte el nombramiento de religiosos homosexuales por los liberales. Mientras los tradicionalistas insisten en que la Biblia considera incorrecta moralmente la práctica homosexual de forma tajante, los liberales contestan que el texto bíblico debería ser interpretado de acuerdo a una diferente visión más contemporánea.

El arzobispo de Canterbury ha advertido que la elección del segundo obispo abiertamente homosexual en la iglesia Episcopal de Estados Unidos tendrá "serias consecuencias" para la comunidad de fieles anglicanos en todo el mundo.

Williams recordó además a quienes encabezan la iglesia Episcopal de EEUU que se habían comprometido a restringir la designación de homosexuales para cargos prominentes. Williams reclama el compromiso de un período de "contención" de las autoridades anglicanas favorables a este tema, para facilitar el arraigo de los lazos de afecto mutuo y evitar un cisma.
UN DESAFÍO AL RESTO DE LA COMUNIÓN ANGLICANA

En el pasado mes de julio, la Iglesia Episcopal, de 2 millones de fieles, levantó por su propia cuenta una moratoria acordada por la Comunión anglicana para la elección de obispos abiertamente homosexuales, y que había sido interpretada por la mayoría de grupos como un "alto el fuego" entre las facciones ultraliberales y las más conservadoras de la Comunión Anglicana mundial, de 80 millones de fieles.

Esta elección de Glasspool supone por lo tanto una declaración de intenciones y un desafío al simple hecho de tener que esperar, anunciando de manera clara a través de los hechos la “hoja de ruta” que va a seguir la Iglesia episcopal de EEUU, piense lo que piense y diga lo que diga el resto de la Comunión anglicana.

En este sentido se alinean las declaraciones de la nueva obispa electa: "Estoy muy contenta por el futuro de toda la Iglesia Episcopal, y veo a la diócesis de Los Ángeles liderando el camino a ese futuro", según fue citada en la web de la diócesis.

LA BIOGRAFÍA DE GLASSPOOL

Glasspool ha sido pastora durante 27 años y su padre también fue un pastor de la Iglesia Episcopal. Cuando su elección sea ratificada, será ordenada como obispo auxiliar en mayo para asistir al obispo J. Jon Bruno en la diócesis, de 70.000 fieles. También fue electa obispo auxiliar la reverenda canóniga Diane Bruce.

EN EL OJO DEL HURACÁN DE EEUU

La elección de Glasspool se da mientras Estados Unidos debate intensamente sobre temas de orientación sexual, como el matrimonio entre homosexuales, la adopción por parte de padres del mismo sexo y la situación de los homosexuales en el Ejército.

Los diferentes sondeos muestran consistentemente que homosexuales y lesbianas disfrutan de una creciente aceptación en la sociedad estadounidense. Pero los credos de rápido crecimiento en Estados Unidos, como las iglesias evangélicas o protestantes y la Iglesia Mormona, consideran las relaciones homosexuales como éticamente contrarias a la moral cristiana.

Fuente: ProtestanteDigital.com / BBC

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domingo, 6 de diciembre de 2009

La Iglesia católica irlandesa ocultó los abusos sexuales a menores durante décadas

Un informe judicial revela la connivencia de la policía y la Fiscalía con cuatro obispos de Dublín
Tan sólo medio año después de que Irlanda divulgara horripilantes pormenores sobre abusos sexuales a menores perpetrados por miembros del clero católico, las conclusiones de un nuevo informe oficial revelan la connivencia entre la jerarquía eclesiástica y las autoridades del Estado -incluidas la fiscalía y la policía- para proteger a los curas pederastras. El ministro de Justicia irlandés, Dermot Ahern, ha admitido este jueves que las propias autoridades facilitaron el encubrimiento de los casos pero, sobre todo, se desprende de la investigación que la iglesia antepuso la defensa de su reputación frente a la protección de niños vulnerables que estaban a su cuidado.

El documento presentado por Ahern se centra en las alegaciones de abusos contra 46 sacerdotes de la archidiócesis de Dublín y abarca el periodo comprendido entre 1975-2004. La jerarquía católica encubrió sistemáticamente las denuncias para eludir el escándalo, y para ello contó con el apoyo del establishment irlandés y de su atávico servilismo hacia la iglesia. En lugar de informar a las autoridades sobre las denuncias de tremendas agresiones, los superiores de esos sacerdotes optaban por trasladarlos de parroquia en parroquia, donde acababan hallando a nuevas e inocentes víctimas. Aunque el informe exime de responsabilidades al actual arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, sí apunta directamente a la responsabilidad de varios de sus antecesores, entre ellos los prelados John Charles McQuaid , Dermot Ryan y Kevin Mcnamara, los tres ya fallecidos. También implica a Desmond Conell, hoy retirado, quien no permitió hasta finales de 1995 que se canalizaran las denuncias contra 17 sacerdotes, si bien las reiteradas quejas recibidas afectaban entonces al menos a 28 clérigos de su diócesis.

Ilustrativa de la participación policial en el encubrimiento es la historia de un pequeño de 11 años objeto de abusos. Un sacerdote acudió a denunciar las agresiones sufridas por Andrew, pero los agentes, en lugar de emprender una investigación, plantearon el asunto ante la jerarquía eclesiástica, lo que supuso el punto final del caso. El ministro Ahern ha reconocido que "en algunos casos, y debido a acciones u omisiones, algunas personas que buscaron ayuda no siempre recibieron el nivel de respuesta y protección que debió garantizarles la An Garda Siochána (policía de irlanda)".

La indignación que ha suscitado el "Informe de la Comisión de Investigación sobre la Archidiócesis Católica de Dublín" obedece primordialmente la participación de los poderes públicos en un sistema que buscaba proteger a la iglesia por encima de todo. Los irlandeses ya habían asistido con horror al relato sobre los abusos sexuales de sacerdotes a menores, recogido en un documento que vio la luz el pasado mayo. El Informe Ryan, elaborado por la comisión investigadora de abusos a menores, es un catálogo de sistemáticas tropelías, de agresiones físicas y verbales cometidas por sacerdotes, monjas y personal seglar a lo largo de más de sesenta años. Una pesadilla que afectó a miles de niños y que tuvo su escenario en instituciones estatales gestionadas por la iglesia. La congregación de los Hermanos Cristianos, responsable de gestionar esos centros, ya ha prometido desembolsar 145 millones de euros en concepto de reparación.

El responsable de la cartera de Justicia ha animado a quienes conozcan más casos de esa naturaleza a que acudan a la policía para que "los agresores puedan ser llevados ante la justicia". El informe no recoge los nombres de las víctimas ni de los agresores para no invalidar futuros procesos. El ministro ha tenido que disculparse en nombre del Estado por su inacción o directamente complicidad, aunque ha insistido en que la cruda realidad que reflejan sus setecientas páginas no debería ensombrecer "el trabajo de miles de sacerdotes honrados", empezando por aquellos que persiguieron e intentaron denunciar tales abusos.


Fuente: ElPais.com
Autor: Patricia Tubella / Londres

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viernes, 4 de diciembre de 2009

Anglicanos y Católicos, una nueva etapa ecuménica

Encuentro: Benedicto XVI y el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams.

El papa Benedicto XVI recibió anteayer en Roma, en audiencia privada, al arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, primado de la Comunión Anglicana, que se estima reúne a unos 77 millones de fieles.

En el "cordial coloquio", según la Sala Stampa vaticana, se trató sobre "la necesidad de promover formas de colaboración y de testimonio común a la hora de afrontar" los "grandes desafíos que se les presentan a todas la comunidades cristianas". Williams contó a su vez que el clima había sido "muy amistoso".

En la reunión, se afirmó "la voluntad común de continuar y de consolidar las relaciones ecuménicas entre católicos y anglicanos", al referirse a "los últimos acontecimientos" entre ambos. Esto alude a la Constitución Apostólica Anglicanorum Coetibus, sobre la admisión a una comunión plena con la Iglesia Católica de los anglicanos que lo soliciten, conservando elementos de su espiritualidad y liturgia.

Ese texto se anunció el 20 de octubre último; entonces Williams dejó trascender que sólo dos semanas antes se había enterado de su existencia. La reunión del Papa y Williams estaba acordada desde antes de ese anuncio, con ocasión de un homenaje en Roma al cardenal holandés Johannes Willebrands, muerto en 2006.

Hace unos meses, la Conferencia de Lambeth, cumbre anglicana que se reúne cada diez años, trató las tensiones dentro del anglicanismo en temas como los obispos homosexuales o la ordenación de mujeres. "No hemos resuelto todos nuestros problemas internos, pero las piezas están sobre la mesa", dijo Williams. Ahora, en los próximos días, se reunirá la comisión de diálogo teológico internacional entre católicos y anglicanos.*



Anglicanos y Católicos, una nueva etapa

A determinados grupos y personas, con Hans Küng a la cabeza, les sentó muy mal que el pasado 20 de octubre el Vaticano anunciara la intención de acoger en su seno, y en un marco organizativo que se creaba al efecto, a los anglicanos que desearan formar parte de la Iglesia por su disconformidad con la evolución que había seguido su confesión religiosa con la ordenación como sacerdotes de mujeres, su elevación al cargo de obispos y su posición respecto a los homosexuales.

Hans Küng, con la inmoderación que hace años que le caracteriza, cargó contra el Papa y la Iglesia católica acusándola de taimada y presentando este hecho como un obstáculo para el diálogo ecuménico entre anglicanos y católicos.

Desde otros puntos de vista que ven en cualquier acto que parezca fortalecer a la Iglesia un hecho censurable, también recurrieron al mismo argumento: dar entrada a anglicanos conversos perjudicaba el proceso de diálogo con aquella confesión.

Ante este tipo de críticas es necesario recodar simplemente la evidencia de los hechos, uno más lejano, otro muy reciente, prácticamente de ahora mismo. El más lejano consiste en recordar que el diálogo estaba suspendido por decisión católica. Precisamente por la evolución que iba siguiendo la Iglesia anglicana y que la distanciaba de lo que podía ser considerada como doctrina común. Es necesario recordar en este sentido que los anglicanos no son una iglesia protestante más, fruto de la Reforma. La doctrina anglicana se considera iglesia católica pero no en su carácter romano, es decir reclama también para sí la continuidad apostólica, y eso la ha diferenciado siempre de las iglesias luteranas y calvinistas. En esta singularidad de un catolicismo apostólico han convivido, no sin dificultades, dos corrientes: una influida por la reforma, otra que siempre se ha considerado muy próxima al catolicismo.

Por consiguiente, no podía detenerse el diálogo, porque hacia tiempo que se había interrumpido. Pero es que además, y este es el hecho reciente, la reunión entre el Papa y el primado de la iglesia anglicana, el arzobispo de Canterbury, Rowan Wiliams, ha vuelto ha abrir el proceso de dialogo ecuménico. Asimismo, y esto debe ser subrayado, el líder anglicano ha rechazado que la iniciativa católica esté hecha con la intención de “robarle” fieles a su Iglesia, afirmando: “la gente se hace católica porque quiere hacerse católica, porque sus conciencias son de un cierto tipo y consideran que esa es la voluntad de Dios”.

Y realmente eso es todo. Por relativas facilidades que de la Iglesia no se hará católico un anglicano, ni de cualquier otra confesión, si su conciencia no le impele a ello. Conversos procedentes de aquella confesión ha habido muchos y de muy destacados, y a la cabeza de todos ellos el cardenal de la Iglesia católica Mons. John Henry Newman. Las dificultades del momento no se lo impidieron, las facilidades de ahora no van a fomentar más voluntades de aquéllas que ya se encontraban en comunión previa con el catolicismo.

Una vez más los hechos revelan cuan injustas e infundadas son determinadas críticas. Solo requiere el paso del tiempo, en esta ocasión pocas semanas, para que la realidad se haga evidente.**


Fuente*: LaNacion.com / "El arzobispo de Canterbury con el Papa"
Autor: Jorge Rouillon
Fuente**: ForumLibertas / "Anglicanos y Católicos, una nueva etapa"

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