viernes, 4 de diciembre de 2009

Anglicanos y Católicos, una nueva etapa ecuménica

Encuentro: Benedicto XVI y el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams.

El papa Benedicto XVI recibió anteayer en Roma, en audiencia privada, al arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, primado de la Comunión Anglicana, que se estima reúne a unos 77 millones de fieles.

En el "cordial coloquio", según la Sala Stampa vaticana, se trató sobre "la necesidad de promover formas de colaboración y de testimonio común a la hora de afrontar" los "grandes desafíos que se les presentan a todas la comunidades cristianas". Williams contó a su vez que el clima había sido "muy amistoso".

En la reunión, se afirmó "la voluntad común de continuar y de consolidar las relaciones ecuménicas entre católicos y anglicanos", al referirse a "los últimos acontecimientos" entre ambos. Esto alude a la Constitución Apostólica Anglicanorum Coetibus, sobre la admisión a una comunión plena con la Iglesia Católica de los anglicanos que lo soliciten, conservando elementos de su espiritualidad y liturgia.

Ese texto se anunció el 20 de octubre último; entonces Williams dejó trascender que sólo dos semanas antes se había enterado de su existencia. La reunión del Papa y Williams estaba acordada desde antes de ese anuncio, con ocasión de un homenaje en Roma al cardenal holandés Johannes Willebrands, muerto en 2006.

Hace unos meses, la Conferencia de Lambeth, cumbre anglicana que se reúne cada diez años, trató las tensiones dentro del anglicanismo en temas como los obispos homosexuales o la ordenación de mujeres. "No hemos resuelto todos nuestros problemas internos, pero las piezas están sobre la mesa", dijo Williams. Ahora, en los próximos días, se reunirá la comisión de diálogo teológico internacional entre católicos y anglicanos.*



Anglicanos y Católicos, una nueva etapa

A determinados grupos y personas, con Hans Küng a la cabeza, les sentó muy mal que el pasado 20 de octubre el Vaticano anunciara la intención de acoger en su seno, y en un marco organizativo que se creaba al efecto, a los anglicanos que desearan formar parte de la Iglesia por su disconformidad con la evolución que había seguido su confesión religiosa con la ordenación como sacerdotes de mujeres, su elevación al cargo de obispos y su posición respecto a los homosexuales.

Hans Küng, con la inmoderación que hace años que le caracteriza, cargó contra el Papa y la Iglesia católica acusándola de taimada y presentando este hecho como un obstáculo para el diálogo ecuménico entre anglicanos y católicos.

Desde otros puntos de vista que ven en cualquier acto que parezca fortalecer a la Iglesia un hecho censurable, también recurrieron al mismo argumento: dar entrada a anglicanos conversos perjudicaba el proceso de diálogo con aquella confesión.

Ante este tipo de críticas es necesario recodar simplemente la evidencia de los hechos, uno más lejano, otro muy reciente, prácticamente de ahora mismo. El más lejano consiste en recordar que el diálogo estaba suspendido por decisión católica. Precisamente por la evolución que iba siguiendo la Iglesia anglicana y que la distanciaba de lo que podía ser considerada como doctrina común. Es necesario recordar en este sentido que los anglicanos no son una iglesia protestante más, fruto de la Reforma. La doctrina anglicana se considera iglesia católica pero no en su carácter romano, es decir reclama también para sí la continuidad apostólica, y eso la ha diferenciado siempre de las iglesias luteranas y calvinistas. En esta singularidad de un catolicismo apostólico han convivido, no sin dificultades, dos corrientes: una influida por la reforma, otra que siempre se ha considerado muy próxima al catolicismo.

Por consiguiente, no podía detenerse el diálogo, porque hacia tiempo que se había interrumpido. Pero es que además, y este es el hecho reciente, la reunión entre el Papa y el primado de la iglesia anglicana, el arzobispo de Canterbury, Rowan Wiliams, ha vuelto ha abrir el proceso de dialogo ecuménico. Asimismo, y esto debe ser subrayado, el líder anglicano ha rechazado que la iniciativa católica esté hecha con la intención de “robarle” fieles a su Iglesia, afirmando: “la gente se hace católica porque quiere hacerse católica, porque sus conciencias son de un cierto tipo y consideran que esa es la voluntad de Dios”.

Y realmente eso es todo. Por relativas facilidades que de la Iglesia no se hará católico un anglicano, ni de cualquier otra confesión, si su conciencia no le impele a ello. Conversos procedentes de aquella confesión ha habido muchos y de muy destacados, y a la cabeza de todos ellos el cardenal de la Iglesia católica Mons. John Henry Newman. Las dificultades del momento no se lo impidieron, las facilidades de ahora no van a fomentar más voluntades de aquéllas que ya se encontraban en comunión previa con el catolicismo.

Una vez más los hechos revelan cuan injustas e infundadas son determinadas críticas. Solo requiere el paso del tiempo, en esta ocasión pocas semanas, para que la realidad se haga evidente.**


Fuente*: LaNacion.com / "El arzobispo de Canterbury con el Papa"
Autor: Jorge Rouillon
Fuente**: ForumLibertas / "Anglicanos y Católicos, una nueva etapa"

3 comentarios:

  1. No tengo dudas que los anglicanos mayoritariamente por sus pocas diferencias actuales: van a ser los que primero se volverán a la "iglesia madre" o Roma.

    ResponderEliminar
  2. ... así lo dicen las profecías.

    ResponderEliminar
  3. Uno de los grande problemas de nuestro tiempo, es la división, el mismo Jesucristo lo mencionó, sabemos que la saanta Iglesia Católica es la Iglesia de Dios hombre fundó Mateo 16:18... y la ratifica en la resurrección, es más lo que nos une a lo que nos desune. Sabemos que en la parábola del hijo pródigo el menor se aparta de su padre y después recapacita y vuelve, lo que no sabemos es cuánto dura esta separación, pidamos a Dios que sin importar el tiempo que sea esos hijos pródigos vuelvan a la casa del padre. Dios los bendiga siempre.

    ResponderEliminar