Benedicto XVI recibe hoy a los 59 estudiosos del islam y representantes de la Iglesia que durante dos días han tratado en Roma de tender puentes entre ambas religiones durante el primer Fórum católico-musulmán, organizado por el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, que pretende restaurar el clima de confianza entre ambas religiones.
El encuentro tuvo su origen en una carta dirigida a Ratzinger hace ahora un año por un grupo de 138 estudiosos del islam, en la que pedían un mayor entendimiento mutuo y animaban a superar las diferencias. La misiva era la respuesta al polémico discurso pronunciado por el Papa en la Universidad de Ratisbona, en septiembre de 2006, en el que habló del islam como una religión violenta e irracional.
Con antelación a la reunión, los 29 representantes islámicos, entre los que hay suníes, chiítas y sufíes, han manifestado su confianza en que el Vaticano se adhiera al plan para la gestión de emergencias religiosas. Las violentas protestas suscitadas por la publicación de las caricaturas de Mahoma en algunos medios occidentales se habrían podido evitar, a juicio de estos estudiosos, si cristianos y musulmanes se hubieran pronunciado de manera conjunta contra "la provocación" que se escondía detrás de ellas.
Para Ibrahim Kalin, profesor de la Universidad de Georgetown, procedente de Turquía y portavoz del grupo, establecer un mecanismo para reaccionar ante eventuales crisis es "vital para que no se produzcan interferencias entre las dos religiones".
Sobre las afirmaciones del Papa en Ratisbona, Tariq Ramadan, el controvertido intelectual suizo que también ha participado en el Fórum interreligioso, se ha mostrado convencido de que "a largo plazo tendrán más consecuencias positivas que negativas".
La delegación católica, guiada por Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo, tiene puestas sus esperanzas en abordar la cuestión de la libertad religiosa y de la reciprocidad. "Si un musulmán tiene la posibilidad de contar con un lugar de culto en Europa es normal que suceda a la inversa en las sociedades de mayoría musulmana", ha declarado el cardenal al semanario católico La Croix.
Este primer encuentro, al que previsiblemente seguirán otros, no puede interpretarse, según Tauran, como el inicio de un nuevo diálogo. "Nosotros dialogamos con el islam desde hace 1.400 años. Estamos condenados a dialogar", explicó.
"No hay que tener miedo a denunciar las violaciones de los derechos del hombre, sean cuales sean, de modo que sea la verdad y no la fuerza la que prevalezca, que la fuerza del derecho se imponga sobre el derecho de la fuerza", ha señalado Tauran.
El comunicado conjunto final que se dará a conocer esta tarde recogerá las intervenciones de las dos delegaciones y servirá como base para futuros debates.
Fuente; El País.com "Un teléfono rojo entre Roma y La Meca"
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