domingo, 21 de diciembre de 2008

Jesuitas abusaron de 110 niños esquimales en Alaska

INVESTIGACION DE LA REVISTA "NEWSWEEK"Fue entre 1961 y 1987. La orden aceptó pagar US$ 50 millones a las 110 víctimas.
Diez sacerdotes y tres voluntarios jesuitas enviados como misioneros entre 1961 y 1987 a Alaska, violaron en un cuarto de siglo a más de un centenar de niños y adolescentes de 17 aldeas esquimales. No se trata de una denuncia sino de un horror comprobado, porque la Compañía de Jesús aceptó pagar 50 millones de dólares a 110 víctimas que sufrieron los abusos sexuales. El Vaticano no ha hecho ningún comentario sobre el caso.

Los misioneros pedófilos pertenecían a la provincia jesuita de Oregón. El provincial, padre John Whitney, responsable de toda Alaska, se mostró fastidiado con la prensa norteamericana y las personalidades que acusaron a la Compañía de haber enviado durante años prácticamente al exilio en Alaska a sacerdotes de los cuales conocían sus tendencias sexuales, como sostienen las víctimas.

El acuerdo extrajudicial por 50 millones de dólares, o sea alrededor de medio millón a cada víctima de los abusos, tiene contrapartidas muy criticadas por su dudosa moralidad. Ninguno de los jesuitas será incriminado por la Justicia ni se les pedirá que admitan su culpabilidad.

El semanario norteamericano Newsweek mandó a las 17 aldeas habitadas por esquimales de la etnia Yupik a un enviado especial con un fotógrafo. Ambos recogieron los testimonios y fotografiaron a muchas de las víctimas, que ahora tienen entre 30 y 60 años.

Según Newsweek, los esquimales contaron que varias víctimas no pudieron soportar las humillaciones sufridas y se suicidaron. Otros enfermaron gravemente de males psíquicos. En la cultura esquimal no se ama expresar las emociones ni contar sufrimientos ni dolores.

De los testimonios emerge una figura monstruosa, la del diácono jesuita Joseph Lundowski, que en las aldeas de Stebbins y Saint Michael abusó de casi todos los chicos de las 150 familias que allí residían. "Era un gigante con la cabeza pelada y los ojos azules", cuentan 34 personas que lo acusan de haberlas violado. Lundowski se fue en 1975 de la isla donde se encuentran las dos aldeas.

Los jesuitas negaron que el diácono perteneciera a la orden, pero después se descubrió que murió hace una década en Chicago, en la Pacific Garden Mission, una casa de reposo religioso donde había sido enviado. Entre los sacerdotes jesuitas acusados se encuentran el padre James Poole, fundador de la radio católica del norte de Alaska.

Según las víctimas, los jesuitas sabían desde 1960 que el padre Poole mantenía "conductas sexuales inapropiadas", pero cuando lo llamaron de vuelta a Portland, la capital de Oregón, dejaron que el cura pedófilo continuara trabajando como maestro infantil.

El escándalo estalló en 2002, cuando se conocieron los casos de la diócesis de Boston y Los Angeles. Cientos de sacerdotes fueron acusados de haber violado a miles de niños en un amplio período de 50 años y la Iglesia norteamericana ha tenido que pagar indemnizaciones por más de US$ 2 mil millones. Los esquimales decidieron entonces denunciar a los pedófilos. Chris Cooke, miembro de uno de los estudios legales en Anchorage, que defiende a las víctimas, contó a Newsweek indignado detalles de los abusos cometidos por los trece sacerdotes y voluntarios jesuitas. "Tenían el poder absoluto sobre las personas y sobre la cultura del lugar. Tenían el poder político. Tenían el poder de la raza. Tenían el poder de hacerte ir al infierno. Para las víctimas no había ninguna salida", denunció Cooke.

Entre los entrevistados se encuentra además Tom Cheemuk, víctima de los abusos cuando era niño. Sus dos hermanos se suicidaron.

Fuente: Clarin.com

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