sábado, 15 de diciembre de 2007

BENEDICTO XVI CONCEDERA INDULGENCIAS PLENARIAS …y así reducir el tiempo de espera en el purgatorio.

NOTICIA

Ciudad del Vaticano. Los católicos que visiten el santuario del milagro de Lourdes durante el próximo año recibirán "indulgencias" que según la doctrina de la Iglesia pueden reducir el tiempo de espera en el purgatorio.

El Vaticano informó el miércoles de que el Papa Benedicto XVI ofrecerá la absolución a los peregrinos desde este fin de semana.

El lugar de culto situado al sudoeste de Francia se prepara para celebrar el XL aniversario de la que se dice fue la aparición de la Virgen a una campesina en Lourdes, en 1858.

Las aguas del santuario tienen fama de poseer poderes curativos.

Aunque algunos católicos pueden considerar que las indulgencias son un anacronismo, tanto Benedicto XVI como su predecesor, el Papa Juan Pablo II, les han conferido una gran importancia espiritual.

La Iglesia sostiene que la gente que no va directamente al cielo o al infierno tras la muerte y debe pasar algún tiempo en el purgatorio, donde pueden purificarse de sus pecados antes de entrar al paraíso.

La indulgencia supone el perdón del castigo temporal -se sufra en esta vida o en la próxima- con el fin de purificar de pecados a las almas que ya han sido perdonadas en confesión.

Las "indulgencias plenarias" estarán garantizadas para los peregrinos que visiten el santuario durante el año entre el 8 de diciembre de 2007 y el 8 de diciembre de 2008, anunció el Vaticano.

Para aquellos que no puedan emprender el viaje, el Papa también garantizará la indulgencia de los católicos que recen en lugares de culto a la Virgen de Lourdes entre el 2 y el 11 de febrero.

Las absoluciones también estarían garantizadas para las personas demasiado enfermas para visitar Lourdes, bajo circunstancias especiales. El Papa tiene previsto visitar Lourdes el año que viene, posiblemente en septiembre u octubre.

COMENTARIO.

La Biblia claramente como podemos obtener el perdón de nuestros pecados, "si confesamos nuestros pecados, El, por ser fiel y justo, nos perdonará nuestros pecados, y nos limpiará de toda maldad". (2)

"Jesús... no dio a sus apóstoles ni a sus sucesores el poder de perdonar pecados. La iglesia de Roma enseña a la gente a confesar los secretos de su vida al sacerdote, y acepta que éste, actuando en lugar de Cristo, puede absolver al pecador de sus transgresiones. En cambio, el Salvador enseñó que el suyo es el único nombre en el que podemos ser salvos. Es verdad que Cristo delegó en su iglesia organizada en la tierra la autoridad de censurar o disciplinar, siguiendo las reglas presentadas por la inspiración. Sin embargo, estas decisiones debían ser tomadas por personas de buena reputación, apartadas por la gran Cabeza de la Iglesia, cuyas vidas buscaban fervorosamente seguir la voluntad del Espíritu de Dios.


"Cristo no dio ningún derecho eclesiástico para perdonar pecados ni para vender indulgencias para que los hombres puedan pecar sin incurrir en el desagrado de Dios; ni dio a sus siervos libertad para aceptar un regalo o un soborno para encubrir pecados y que éstos pudieran evitar su divina censura. Jesús encargó a sus discípulos que predicaran la remisión de pecados en su nombre en todas las naciones, pero ellos mismos no recibieron el poder para quitar una mancha de pecado de los hijos de Adán... Cualquiera que atraiga a la gente a sí mismo como si estuviera investido de poder para perdonar pecados, incurre en la ira de Dios porque desvía a las almas del Perdonador celestial al débil y falible mortal" (3)

"...La atención de la gente se desvió de Dios para dirigirse a hombres falibles y sujetos a error; todavía más: al mismo príncipe de las tinieblas que ejercía su poder por medio de ellos. El pecado se cubrió con un manto de santidad. Cuando se suprimen las Escrituras y el hombre se considera supremo, todo lo que podemos esperar es fraude, engaño y degradante iniquidad. Con la elevación de las leyes y tradiciones humanas, se manifestó la corrupción que siempre resulta cuando se pone a un lado la ley de Dios".

"Eran días de peligro para la iglesia de Cristo. Los fíeles portaestandartes eran pocos -ciertamente. Aunque la verdad no quedó sin testigos, había momentos cuando parecía que el error y la superstición prevalecerían por completo, y la verdadera religión sería erradicada de la tierra. Se perdió de vista el evangelio, pero en cambio las formas de la religión se multiplicaron, y la gente recibía la carga de rigurosas exacciones".

"No sólo se les enseñó que recurrieran al papa como mediador, sino también a confiar en sus propias obras para expiar sus pecados. Largos peregrinajes, actos de penitencia, el culto a las reliquias, la construcción de iglesias, capillas y altares, el pago de grandes sumas a la iglesia, éstos y muchos actos similares se fomentaban para apaciguar la ira de Dios u obtener su favor. ¡Como si Dios fuera hombre, que se enojara por nimiedades o a quien se puede pacificar con ofrendas y penitencias!" (4)

Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad,
Y en cuyo espíritu no hay engaño.
Mientras callé, se envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día.
Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;
Se volvió mi verdor en sequedades de verano.
Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado;
Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.
Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás.
(5)

Referencias: 1) Fuente: noticias.Yahoo.com 2) 1 Juan 1:9 3) Elena de White. Redemption Or the Resurrection of Christ and His Ascensión, pp. 62, 63; parcialmente en: Comentario bíblico adventista, t. 5, p. 1124. 4) E de White. La historia de la redención, pp. 348, 349. 5) Salmo 32:1-7.

Nota: Originalmente publicado en la seccion "laODISEAdventista" de OJO ADVENTISTA el 15/12/07

No hay comentarios:

Publicar un comentario