La visita del Papa a Reino Unido dejó hoy otro momento singular. Benedicto XVI fue el primer papa en visitar la abadía de Westminster, en la celebración de un servicio religioso que compartió con el arzobispo de Canterbury.
Al llegar, dio la mano por primera vez a una sacerdotisa anglicana, Jane Hedges, gran partidaria de que en el futuro las mujeres pueden ser elegidas obispos de la Iglesia anglicana.
En su discurso ante las autoridades políticas y representantes de la sociedad civil, Benedicto XVI se deshizo en elogios hacia la democracia británica. Reino Unido ya no es "un país del Tercer Mundo", como dijo el cardenal alemán Kasper en unas desafortunadas declaraciones que le dejaron sin asiento en el avión que trajo al Papa a Gran Bretaña hace dos días.
El escenario elegido resaltaba la idea de reconciliación histórica entre el Estado británico y la Santa Sede. Westminster Hall, en el Parlamento, es el lugar donde en 1535 fue juzgado y condenado a muerte Tomás Moro por traición a Enrique VIII.
Santo Tomás Moro canonizado en 1935 es un símbolo católico del creyente que desafía al Estado por ser fiel a su conciencia. El Papa podría haber encontrado algunos ejemplos actuales para comparar su actitud con las discrepancias que la Iglesia mantiene con las leyes británicas.
Sin embargo, hoy Ratzinger jugó el papel del invitado respetuoso. Elogió a Reino Unido como "una democracia pluralista que da un gran valor a la libertad de expresión, la libertad de afiliación política y el respeto por la ley". Los invitados debieron de quedar complacidos.
El Papa planteó la cuestión en un tono más positivo que el día anterior, quizá porque el enemigo no eran los sectores laicos, sino el propio Estado británico. El pontífice comentó que el posible conflicto entre conciencia y respeto por la ley es un desafío para la democracia, no un obstáculo infranqueable.*
Una pastora anglicana recibió al Papa en la abadía de Westminster
El papa Benedicto XVI fue recibido el pasado viernes en la abadía de Westminster por Jane Hedges, pastora y ferviente defensora de la ordenación de mujeres, algo que el Vaticano considera un “crimen grave”.
Es muy posiblemente la primera vez (y no se sabe si la última) que un papa estrecha la mano a una mujer ordenada, “crimen grave” para la doctrina del catolicismo. No podía ser de otra manera. Como manda el protocolo, en tanto que canóniga anglicana de la abadía de Westminster, la pastora Hedges es la encargada de recibir a cualquier persona que entre en la famosa abadía londinense.
A su llegada al lugar, el Papa le dio un apretón de manos, y según dijo la BBC, esta sería la primera vez que el jefe de la Iglesia Católica -que considera doctrinalmente la ordenación de las mujeres como un “crimen grave” - estrecha la mano de una pastora.
Jane Hedges es una figura de la lucha para la ordenación de mujeres obispos en la Iglesia anglicana. Las primeras mujeres fueron ordenadas en 1994, lo que provocó el éxodo de unos 400 miembros tradicionalistas.
ENCENDIDO DEBATE
La posible ordenación de mujeres como obispos crea todavía más polémica y es objeto de un encendido debate desde hace años en la rama británica de la Iglesia. Un sínodo aprobó la medida en julio pero debe ser confirmada en otra reunión prevista en 2012.
Jane Hedges se reunió con la reina Isabel II, Gobernadora Suprema de la Iglesia Anglicana, con el ex primer ministro laborista Gordon Brown y con numerosos diputados para promover su mensaje a favor del ministerio femenino.
La líder religiosa subraya que la mitad de los anglicanos practicantes son mujeres. Un episcopado en el que tuvieran su lugar “sería representativo del conjunto de la humanidad, como es ahora con el sacerdocio”.**
* Fuente: Publico.es
**Fuente: ProtestanteDigital.com
Fotografía: Pope Benedict XVI shakes hands with Rev Dr Jane Hedges, canon steward of Westminster Abbey. It was the first time that he has publicly shaken hands with a clergywoman / BBC - Telegraph.co.uk
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En su discurso ante las autoridades políticas y representantes de la sociedad civil, Benedicto XVI se deshizo en elogios hacia la democracia británica. Reino Unido ya no es "un país del Tercer Mundo", como dijo el cardenal alemán Kasper en unas desafortunadas declaraciones que le dejaron sin asiento en el avión que trajo al Papa a Gran Bretaña hace dos días.
El escenario elegido resaltaba la idea de reconciliación histórica entre el Estado británico y la Santa Sede. Westminster Hall, en el Parlamento, es el lugar donde en 1535 fue juzgado y condenado a muerte Tomás Moro por traición a Enrique VIII.
Santo Tomás Moro canonizado en 1935 es un símbolo católico del creyente que desafía al Estado por ser fiel a su conciencia. El Papa podría haber encontrado algunos ejemplos actuales para comparar su actitud con las discrepancias que la Iglesia mantiene con las leyes británicas.
Sin embargo, hoy Ratzinger jugó el papel del invitado respetuoso. Elogió a Reino Unido como "una democracia pluralista que da un gran valor a la libertad de expresión, la libertad de afiliación política y el respeto por la ley". Los invitados debieron de quedar complacidos.
El Papa planteó la cuestión en un tono más positivo que el día anterior, quizá porque el enemigo no eran los sectores laicos, sino el propio Estado británico. El pontífice comentó que el posible conflicto entre conciencia y respeto por la ley es un desafío para la democracia, no un obstáculo infranqueable.*
Una pastora anglicana recibió al Papa en la abadía de Westminster
El papa Benedicto XVI fue recibido el pasado viernes en la abadía de Westminster por Jane Hedges, pastora y ferviente defensora de la ordenación de mujeres, algo que el Vaticano considera un “crimen grave”.
Es muy posiblemente la primera vez (y no se sabe si la última) que un papa estrecha la mano a una mujer ordenada, “crimen grave” para la doctrina del catolicismo. No podía ser de otra manera. Como manda el protocolo, en tanto que canóniga anglicana de la abadía de Westminster, la pastora Hedges es la encargada de recibir a cualquier persona que entre en la famosa abadía londinense.
A su llegada al lugar, el Papa le dio un apretón de manos, y según dijo la BBC, esta sería la primera vez que el jefe de la Iglesia Católica -que considera doctrinalmente la ordenación de las mujeres como un “crimen grave” - estrecha la mano de una pastora.
Jane Hedges es una figura de la lucha para la ordenación de mujeres obispos en la Iglesia anglicana. Las primeras mujeres fueron ordenadas en 1994, lo que provocó el éxodo de unos 400 miembros tradicionalistas.
ENCENDIDO DEBATE
La posible ordenación de mujeres como obispos crea todavía más polémica y es objeto de un encendido debate desde hace años en la rama británica de la Iglesia. Un sínodo aprobó la medida en julio pero debe ser confirmada en otra reunión prevista en 2012.
Jane Hedges se reunió con la reina Isabel II, Gobernadora Suprema de la Iglesia Anglicana, con el ex primer ministro laborista Gordon Brown y con numerosos diputados para promover su mensaje a favor del ministerio femenino.
La líder religiosa subraya que la mitad de los anglicanos practicantes son mujeres. Un episcopado en el que tuvieran su lugar “sería representativo del conjunto de la humanidad, como es ahora con el sacerdocio”.**
* Fuente: Publico.es
**Fuente: ProtestanteDigital.com
Fotografía: Pope Benedict XVI shakes hands with Rev Dr Jane Hedges, canon steward of Westminster Abbey. It was the first time that he has publicly shaken hands with a clergywoman / BBC - Telegraph.co.uk