lunes, 25 de enero de 2010

Benedicto XVI visita la sinagoga de Roma en medio de la polémica

Importantes ausencias en su visita
"¡Esperemos que la plaga del antisemitismo se haya acabado para siempre!". Eso ha asegurado Benedicto XVI durante la visita que esta tarde ha realizado a la sinagoga de Roma, en la que no ha dudado en abordar la espinosa cuestión del papel que jugó el Vaticano y en defender la polémica actuación del Papa Pío XII ante el Holocausto.

"¿Cómo no recordar a los judíos romanos que fueron sacados de sus casas, ante estos muros, y asesinados con tremenda brutalidad en Auschwitz? ¿Cómo olvidar sus caras, su nombres, sus lágrimas, la desesperación de esos hombres, mujeres y niños? El exterminio del pueblo de Moisés, al principio anunciado y después sistemáticamente programado y puesto en práctica en Europa bajo el régimen nazi, llegó ese día hasta Roma", ha señalado el pontífice.

Ratzinger no ha dudado en condenar la indiferencia que muchos mostraron ante el Holocausto. "Pero muchos, incluidos muchos católicos italianos, reaccionaron con valentía con frecuencia arriesgando sus propias vidas para asistir a los fugitivos judíos", destacaba. "También la Sede Apostólica llevó a cabo una acción de socorro, con frecuencia escondida y discreta", destacaba.

Pero no todos comparten esa opinión. El propio Riccardo Pacifici, presidente de la comunidad hebrea de Roma, no ha dejado pasar la oportunidad de señalar ante Benedicto XVI el dudoso papel jugado por Pío XII durante la II Guerra Mundial durante el discurso con el que dio la bienvenida a Benedicto XVI a la sinagoga de Roma y en el que no pudo evitar que se le saltaran las lágrimas al recordar a sus padres muertos en Auschwitz.

"Mis tíos, sin embargo, se salvaron gracias a que encontraron refugio en un convento de monjas en Florencia. No fue un caso aislado. Numerosos religiosos pusieron en peligro sus propias vidas sin pedir nada a cambio. Por eso el silencio de Pio XII duele aún más", sentenciaba.

Además, algunas ausencias también hablan por si mismas. Entre las más sonadas, la de Piero Terracina, un judío de 82 años que sobrevivió al Holocausto y que ha querido mostrar su disenso con Benedicto XVI no acudiendo a la sinagoga de Roma. O la de Giuseppe Laras, presidente de la asamblea rabínica italiana, quien hace ya días que anunció que tampoco participará en la cita.

"¿Dé qué puedo hablar con Ratzinger? ¿De que haya desempolvado la vieja oración en la que se pide por la conversión de los judíos? ¿De que haya aceptado el regreso a la Iglesia de los lefebvrianos, quienes niegan la Shoah? ¿Sobre la beatificación de Pío XII, que excomulgó a comunistas pero ignoró las persecuciones nazis contra los judíos?", asegura Laras, enumerando algunas de las decisiones de Benedicto XVI que han enfurecido a la comunidad judía.

La de Roma es la tercera sinagoga que Joseph Ratzinger visita desde que hace casi cinco años fuera elegido Papa (la primera fue la de Colonia en agosto de 2005 y la segunda la de Nueva York en 2008). No está mal, sobre todo teniendo en cuenta que hace sólo 24 años, e 13 de abril de 198, Juan Pablo II se convirtió en el primer pontífice de la historia en adentrarse en un templo hebreo.


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Fuente: ElMundo.es
Autor: Irene Hdez. Velasco (Corresponsal en Roma)

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